Por: Gabriela Andújar
SANTO DOMINGO.- A la intemperie quedaron al menos tres familias tras el derrumbe de sus viviendas, edificadas en la ribera de una cañada en Manoguayabo, por los intensos aguaceros del pasado viernes.
Los demás residentes de la zona, piden ser reubicados ya que se sienten atemorizados ante la amenaza de cualquier otro temporal de lluvias.
Doña Francia a su hija, clamaba justo antes de que colapsara por completo su vivienda durante el fuerte temporal que las sorprendió hace justo una semana.
Solo con los documentos en mano lograron salir de la residencia, ubicada en la ribera de una cañada del barrio El Control Viejo, de Manoguayabo.
Este fue el panorama segundos antes de que las torrenciales lluvias quebraran las paredes de las viviendas de al menos tres familias, que además de perder todos sus enseres, quedaron a la intemperie solo, con la ropa puesta.
Los comunitarios de este sector aseguran que la cañada que creció de repente y junto con los aguaceros acabó con el techo logrado a base de sacrificio de tres familias, era un arroyito casi sin agua, tan manso, que cuando llovía los niños lo utilizaban para bañarse y refrescarse.
Indicaron además, que el alcalde acudió a la zona del desastre, pero aún, a una semana después del hecho permanecen a la intemperie y se mantienen a la espera de la gestión operativa del ayuntamiento de esa demarcación.
Las demás familias de la zona claman a las autoridades ser reubicados, ya que se sienten amenazados ante otro temporal de lluvia que pueda derrumbar sus viviendas.
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