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Veinte millones de yemenís en necesidad urgente de ayuda humanitaria a causa del embargo

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Una joven yemení posa en frente de las ruinas de las que una vez fue su casa. Fuente: Yahya Arhab/EPA/TheGuardian

Una joven yemení posa en frente de las ruinas de las que una vez fue su casa. Fuente: Yahya Arhab/EPA/TheGuardian

LONDRES.– Veinte millones de yemenís, casi un 80 por ciento de la población, están en necesidad urgente de comida, agua y equipos médicos de primeros auxilios, en lo que se ha transformado en un desastre humanitario que agencias explican que se ha empeorado dramáticamente por un bloqueo naval impuesto por la coalición de Arabia y los Estados Unidos apoyada por el Reino Unido.

Washington y Londres han tratado de persuadir a los sauditas, líderes de la coalición, de que moderen sus tácticas, y en particular, de que alivien el embargo naval, pero sin mucho éxito. Un pequeño número de barcos de ayuda se ha permitido embarcar, pero la gran mayoría de barcos comerciales, en las que el pobre país desesperadamente depende, están siendo bloqueados.

A pesar de las súplicas de varios países de Occidente y de las Naciones Unidas, Riyadh, la capital de Arabia Saudita, también ha fracasado en desembolsar el primer centavo de los $274 millones de dólares que prometió usar en fondos para ayuda humanitaria. De acuerdo a los estimados de las Naciones Unidas que serán revelados la semana que viene, 78 por ciento de la población está en necesidad de ayuda de emergencia, lo que equivale a un incremento de 4 millones de personas desde hace tres meses.

La precaria escasez de comida, agua y de suministros médicos  plantea cuestiones urgentes sobre el apoyo de los Estados Unidos y el Reino Unido a la coalición Árabe que interviene en la guerra civil yemení  desde el pasado marzo. Washington provee soporte logístico y de inteligencia a través de una célula de planteamiento en conjunto establecida con el ejército saudita, que está dirigiendo la campaña. Londres ha ofrecido ayudar al esfuerzo militar saudita en “prácticamente cualquier forma exceptuando el combate directo.”

Por insistencia occidental, Riyadh ha prometido cambiar hacia una “dirección de inteligencia,” de parar e investigar naves individuales en las que haya suficiente razón para creer que armas estén siendo contrabandeadas, y lejos de una política general de bloquear la mayoría de embarcaciones que se acerquen a los puertos yemeníes. Pero agencias de ayuda y fuentes de embarcaciones dicen que no hay ninguna señal de tal cambio. Fuentes de las Naciones Unidas dicen que tan solo  un 15% del volumen de importes pre-crisis está llegando al país, y que la población depende en importes para 90 por ciento de su comida.

“Hay cada vez menos y menos de las necesidades básicas que están cubiertas” dijo Nuha Abdul Jabber, el administrador del programa humanitario de Oxfam en la capital Yemení de Sana´a. “El bloqueo significa que es imposible traer alguna cosa a este país. Hay muchos otros barcos con cosas básicas como harina, que no están permitidos en acercarse. La situación se está deteriorando, los hospitales se están cerrando sin diésel. La gente se muere de enfermedades simples. Sobrevivir se está convirtiendo en una tarea imposible.”

En Abril, Arabia Saudita juró que financiaría completamente un fondo de $274 millones de dólares diseñado específicamente para ayuda humanitaria en Yemen, pero hasta ahora no se ha transferido ningún dinero a la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. Riyadh insiste no obstante, en el derecho de decidir que trabajadores humanitarios puedan entrar en Yemen.

En Al Hudaydah, que se encuentra en la costa occidental de Yemen, y que es el único porte que todavía está funcionando, la poca ayuda humanitaria de comida está embarcando en un pequeño puñado de barcos que pasan el bloqueo naval cada semana, pero muchas otras naves están siendo rechazadas o son obligadas a esperar muchos días para ser investigadas por armas.

Un oficial del Departamento de Estado de los Estados Unidos dijo que Washington estaba presionando para que productos simples fueran permitidos por el bloqueo. “Continuamos insistiendo a todas las partes involucradas, incluyendo a los sauditas, que ejerciten control y que eviten violencia innecesaria,” dijo el oficial en una declaración hecha por email. “También insistimos a todos que permitan la entrada y la entrega de comida, medicina, combustible y cualquier otro tipo de asistencia que son urgentemente necesitadas, por medio de las Naciones Unidas y otras organizaciones humanitarias internacionales para combatir las urgentes necesidades de los ciudadanos impactados por esta crisis.”

La Armada Real de Inglaterra tiene oficiales de enlace y coordinación trabajando con sus contrapartes sauditas, y han estado tratando de insistir por un enfoque más concentrado y construido alrededor de la inteligencia para detener un número mucho más pequeño de barcos. En Londres, donde la línea pro-saudita se ha manejado principalmente por Downing Street, hay una preocupación creciente sobre el impacto del bloqueo.

Un portavoz de la Oficina Externa dijo que el Reino Unido “incita a la coalición a que se mueven rápidamente a una estrategia de bloqueos dirigidos y específicos de naves comerciales entrantes.”

“El Reino Unido se mantiene en contacto cercano con el gobierno de Yemen y otros socios internacionales en torno a la situación en Yemen, incluyendo el bloqueo marítimo. El secretario externo discutió la situación de Yemen con el ministro de exterior saudita cuando estaba en París esta semana.” Dijo el portavoz.

“No estamos participando directamente en operaciones militares, pero si estamos proporcionando apoyo a las fuerzas armadas de Arabia Saudita por medio de arreglos previamente acordados. Un pequeño número de personal británico está coordinando planteamientos de ayuda con aliados sauditas y compañeros de la coalición. Todo el cuerpo militar británico tiene entrenamiento extensivo en Ley Humanitaria Internacional.

El gobierno saudita no respondió a las solicitudes de comentario.

El bloqueo – que también está siendo cumplido en el aire y en la tierra – ha ahorcado a una economía frágil que ya se tambaleaba por el impacto de un conflicto civil de 6 meses donde las fuerzas yemenís leales al presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, ahora exiliado en Riyadh se enfrentan a los rebeldes hutíes aliados con su predecesor y rival, Ali Abdullah Saleh.

Una coalición liderada  por Arabia Saudita incluyendo Egipto, Jordania, Sudan y Bahrein, intervino en marzo en apoyo de Hadi, viendo los hutíes como una fuerza militar proxy de Irán. Irán niega las acusaciones que indican que suplían armas a los insurgentes, pero oficiales británicos creen que hay asesores de la Guardia Revolucionaria de Irán que aconsejan al liderato de las fuerzas rebeldes hutíes.

Se ha reportado que más de 2,000 ciudadanos yemeníes se han matado en el combate hasta ahora, y, de acuerdo a nuevas figuras de las Naciones Unidas, 1 millón de personas se han visto forzadas fuera de sus hogares. La crisis humanitaria mientras tanto, afecta la mayoría abundante de la población. Tanques llevando petróleo, diésel y aceite de combustible también están siendo confiscados rutinariamente por el bloqueo naval, deteriorando así los suministros eléctricos del país, y obligando al cierre masivo de escuelas y hospitales. Más urgentemente, ha parado el funcionamiento de las bombas de agua. Oxfam señala que el combate y el embargo han llevado a que 3 millones de yemenís hayan sido alienados de un suministro de agua limpia, llevando así a 16 millones el total de ciudadanos sin acceso al agua potable o de saneamiento – casi dos tercios de la población – con condiciones perfectas para la propagación de enfermedades.

Gas para cocinar es casi imposible de encontrar también. Las personas acampan afuera con sus contenedores para obtener gas. También hay largas líneas de carros abandonados que la gente usa para sacar un poco de petróleo.

Las Naciones Unidas estima que casi 20 millones de yemeníes están en necesidad de asistencia humanitaria – 78% de toda la población. Doce millones de yemeníes no tienen “alimentación segura”, teniendo que luchar para encontrar su próxima comida. Cinco millones son descritos como “severamente depravados de comida,” significando que muchas veces tienen que pasar días para comer su próxima comida.

En las ciudades en las que peor se manifestaron las peleas callejeras, como Aden, los ciudadanos tiene que esconderse en sus casas para evadir balas de francotiradores y bombardeos, o tienen que unirse a más de medio millón de yemenís que han sido forzados fuera de sus casas y están ahora buscando comida y refugio. Pero el bloqueo ha esparcido el impacto de la crisis humanitaria alrededor del país

De acuerdo a la organización Save the Children, los hospitales en al menos 18 de las 22 gobernaciones del país han sido cerrados o severamente afectados por la pelea y por la falta de combustible. En particular, 153 centros de salud, que suplían nutrición a más de 450,000 niños en riesgo, han cerrado, así como 158 consultas externas responsables de proveer cuidados de salud básicos a casi medio millón de niños menores de 5 años. Al mismo tiempo, debido a la falta de agua limpia y de saneamiento, cólera y otras enfermedades están en aumento. Una epidémica de la fiebre del dengue se ha reportado en Aden.

“Niños están muriendo muertes prevenibles en Yemen porque la taza de enfermedades contagiosas está aumentado,” dijo Priya Jacob, directora de los programas de Save the Children en Yemen. “La crisis humanitaria en Yemen es una situación prolongada y que lleva al país en deterioro rápido y que deja cuatro de cada cinco yemeníes en necesidad de ayuda. El continuo bloqueo aéreo y naval significa que hay muy poca ayuda llegando a estas personas, exacerbando la necesidad de la gente yemení.”

“La falta de combustible es un problema real – para nuestros equipos y para los locales, que dificulta el transporte de pacientes y de suministros médicos,” dijo Ahmad Bilal, coordinador médico para Médecins sans Frontiéres basado en la tercera ciudad de Yemen, Taiz. “Para la gente ordinaria, significa que es difícil moverse alrededor de la ciudad, y que es una lucha continua para tener acceso a agua limpia y comida. Mucha gente viviendo en las áreas fronterizas no son capaces de viajar a las clínicas o hospitales para cuidado médico, primero por el combate, y segundo por la falta de combustible. Incluso aquellos que son capaces de llegar a las facilidades encuentran que no están funcionando. Al menos 12 hospitales en Taiz tuvieron que cerra sus puertas y de parar de recibir pacientes por estas razones.”

Una fuente de embarcaciones en Al Hudaydah dijó que el flujo de naves a Yemen redujo por un 75 por ciento comparándolo con la situación antes de la intervención en Marzo.

“Algunas naves han sido embarcadas en la semana pasada, pero muchas otras han parado y es difícil ver algún patrón. Algunas veces la coalición conduce una búsqueda y a veces no. A veces depende cual flota está involucrada. En los pasados días los sauditas han sido más flexibles, pero con los egipcios han sido más rígidos, sin dejar que nada pase.”

La incertidumbre ha hecho que algunos de los dueños de barcos se hayan puesto nerviosos porque su barco puede ser incautado. En los últimos días, un barco llevando dos tanques de 70,000 toneladas de diésel, se alejó de la costa de Yemen y ha empezado a desembarcar el combustible en pequeñas naves fuera de la costa. Pero a partir de esta semana, menos de un décimo del requerimiento de combustible mensual que necesita el país, 5 millones de toneladas, está pasando por el bloqueo

“Hemos oído mucho acerca de compromisos internacionales para ayudar a Yemen con grandes sumas de dinero pero todavía no hemos visto nada aquí,” añadió Nuha Abdul Jabber de Oxfam. “Este es el momento para que el mundo entienda la gravedad de la situación.”

Fuente. Editor Diplomático de The Guardian, Julian Borger.

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