Es un mal común en nuestra sociedad y en todas aquellas de culturas machistas, las mujeres nos limitamos de explotar nuestro potencial por ser vistas como el género más débil y por ser más propensas a que nuestras emociones nos dominen.
Tenemos miedo de exponernos, de que nos critiquen. Por lo general, ahí se dan uno de dos casos: o nos empoderamos y aprovechamos nuestro intelecto para romper barreras y hacer frente a esos desafíos o usamos nuestra sexualidad para refugiarnos en un hombre que sea quien tome las decisiones por ellas y, en lo eventual, la de sus hijos.
Lamentablemente, el caso más común en la República Dominicana es el segundo. Cuántas mujeres no vemos a diario buscando constantemente alterar la naturaleza de su cuerpo, sacrificar sus proyectos y sus sueños por adecuarse a las exigencies de un hombre que las haga creer que sin el, no son capaces de nada.
Es una pena que en pleno siglo 21 las mujeres sigan teniendo que llamar la atención mediante un escote y que el negocio más viable y fácil de hacer sea la venta de su cuerpo. Pero el tema principal aquí no es solamente la sociedad, sinó que en el colegio no nos enseñan de autoestima ni nos hablan de la igualdad de oportunidades.
Me averguenza que cada vez que viaje , ya sea por motivos laborales o de estudio, la cara de las personas cuando digo que soy dominicana es de sorpresa porque su percepción es que las dominicanas solo salen de nuestro país para prostituirse. Me encantaría que las personas en el exterior conozcan más de nuestro país y que se enteren que aquí habemos persona de todos los colores y clases sociales que día a día nos levantamos a querer construir un mejor país. Sin embargo cambiar la ideosincrasia de un país, reformar la cultura, no es un proceso fácil.
Con llevaría de años y de miles de mujeres que quieran y puedan poner en alto sus valores. Aplaudo la valentía de las mujeres quienes emprenden y quienes todos los días buscan formas de desarrollarse, de educarse y de probar que las mujeres tambien podemos ser las protagonistas en hacer crecer nuestra economía.
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