BANI.- Acompañados de velas encendidas, vestidos de blanco y con las caras afligidas decenas de personas en Baní realizaron una vigilia en memoria de los jóvenes que murieron en un accidente en México cuando se embarcaron en un viaje ilegal con el objetivo de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
El dolor es evidente, la desesperación también, ante la tragedia que no solo ha vestido de luto a esa ciudad sino, también, a comunidades de Azua.
Pedir a las autoridades la ayuda necesaria para el traslado de los cuerpos es la única opción que le queda a los familiares de las víctimas mortales de ese viaje que en vez de terminar en «sueño americano» acabó para siempre con la ilusión de una mejor vida.
Once días después el balance de fallecidos en el accidente registrado en Chiapas ha aumentado a 56 incluyendo a 17 banilejos.
Los fallecidos residían en las comunidades de Catalina, Cañafistol, El Cruce de Ocoa y Las 20 casitas de Baní. En esta última viven varios desaparecidos.
Entre los que perdieron la vida hay dos primos de la comunidad de Catalina, y un tercero que fue sometido a una cirugía en el Hospital de Chiapas en México.
Los nacionales habían pagado altas sumas de dinero, que daban en dos partidas. Una cuando salían de República Dominicana y otra cuando cruzaban la frontera hacia territorio estadounidense.
En la mañana de este pasado lunes se reunieron las principales autoridades de la provincia con un viceministro de Relaciones Exteriores, y familiares de las víctimas.
En el encuentro, el Estado dominicano se comprometió a cubrir los gastos de traslado de los cadáveres y a coordinar con las autoridades mexicanas la asistencia de los heridos.
La reunión estuvo encabezada por el diputado Julito Furcal; la gobernadora de la provincia, Yadira Báez; el alcalde Santos Ramírez; el diputado Luis Báez y varios regidores.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email