San Francisco.- El presidente de China, Xi Jinping, dijo este miércoles a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, que Taiwán es el aspecto más «peligroso» de la relación bilateral, según detalló un alto funcionario estadounidense a un reducido grupo de periodistas.
Según esa fuente, hubo un intercambio «sustancial» sobre Taiwán durante la reunión, que duró más de cuatro horas y en la que Biden reiteró a Xi que Washington nunca respaldará un cambio unilateral del «status quo» con una declaración de independencia de Taipéi.
Además, de acuerdo a esa fuente, Biden aprovechó para pedirle a Xi que respete la independencia de las elecciones presidenciales de enero en Taiwán y no incline la balanza a favor del candidato del partido conservador Kuomintang, Hou Yu-ih, más cercano a Pekín.
En esos comicios parte como favorito el vicepresidente taiwanés, William Lai, que pertenece al Partido Democrático Progresista, la fuerza política de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, bajo la cual se han tensado aún más las relaciones con Pekín.
Por su parte, Xi también aprovechó el encuentro para dejar clara la posición de China sobre Taiwán, que reclama como parte de su territorio.
En concreto, una portavoz del ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, dijo en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) que Xi había señalado durante la reunión que Taiwán sigue siendo el tema «más importante y sensible» en las relaciones entre China y Estados Unidos.
Además, Xi instó a Biden a tomar «acciones reales» para honrar su compromiso de no apoyar la independencia de Taiwán, le reclamó que deje de enviar armas a la isla y respalde la «reunificación pacífica» de China.
«China logrará la reunificación y esto es inevitable», recalcó Xi durante el encuentro, según la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Taiwán, la isla autogobernada de sistema democrático que China reclama como parte de su territorio y a la que Washington envía gran cantidad de armamento, es la principal fuente de tensiones entre las dos potencias.
Biden ha reafirmado en numerosas ocasiones que respeta el principio de «una sola China» que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país y que significa que el único Gobierno chino al que puede reconocer Washington es el que tiene sede en Pekín, lo que le aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
Sin embargo, a cambio de acatar ese principio y romper hace casi medio siglo lazos diplomáticos con Taipéi, Washington firmó el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979, que compromete al país con la defensa de la isla, aunque no deja claro si la potencia intervendría en caso de ataque chino en una política conocida como “ambigüedad estratégica”.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949) se ha gobernado de manera autónoma desde el fin de la contienda, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
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