Budapest.- La venezolana Yulimar Rojas, con 15.08 metros en el último intento, al que llegó tras registrar tres nulos, se proclamó en Budapest campeona del mundo de triple salto por cuarta vez, siendo la atleta más laureada de la historia de la competición en esta disciplina.
Yulimar refrendó su favoritismo arropada por el público que abarrotó el Centro Nacional de Atletismo de Budapest, que cada vez que saltó la animó con aplausos al unísono.
A la venezolana le costó encontrar el ritmo de la competición y, de hecho, se jugó todo a una carta, el último salto. Lo tuvo que hacer así porque hasta entonces su rendimiento no fue el esperado.
El primer salto fue nulo, en el segundo llegó a 14.33 y en el tercero se quedó en 14.26. El cuarto y quinto volvieron a ser nulos, por lo que el desenlace quedó para el final.
Antes de afrontar ese salto, Yulimar levantó los brazos pidiendo al público apoyo. Se dio la vuelta, se puso de espaldas a la tierra, se volvió a girar y, antes de iniciar la carrera, comenzó su ritual de gestos con los brazos. Concentrada al máximo trató de realizar un salto seguro, sin buscar mayor marca que la de superar los quince metros de la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, que hasta ese mismo momento había dominado el concurso con ese registro. Nada de hablar de récords, como había dejado entrever en la previa.
Tras caer en el foso se levantó, su cara más que de alegría era de alivio y cuando vio que el marcador electrónico anunció los 15.08 metros de su discreta marca respiró. El oro parecía ser suyo pero aún tuvo que esperar unos minutos a que saltaran el resto de rivales.
Yulimar Rojas revalidó su título de campeona del mundo con suspense en un podio formado por Bekh-Romanchuk, plata, que hizo un nulo en el último salto con máxima presión, y por la joven cubana Leyanis Pérez, que, a sus 21 años, brincó hasta los 14.96 metros para colgarse la medalla de bronce y lograr su primer podio en un Mundial.
Con este oro, Yulimar, campeona olímpica en Tokio 2020, ya posee una cuarta parte de todos los títulos femeninos de triple salto de la historia de los Mundiales de atletismo, tras la introducción de la disciplina en el programa en 1993.
La otra cubana en concurso, Liadagmis Povea, que fue quinta en los Juegos Olímpicos de Tokio, finalizó sexta.
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