Nueva York (EE.UU.).- El parador en corto puertorriqueño Francisco Lindor rompió un empate en la octava entrada con su tercer jonrón de la noche, y los Mets de Nueva York vencieron 7-6 a los Yanquis de Nueva York en la final de la Serie Subway.
Los Yanquis perdieron por decimosegunda ocasión en 15 juegos luego de una racha de 13 victorias consecutivas y cayeron un juego detrás de los Medias Rojas de Boston y los Azulejos de Toronto, que lideran por los dos comodines de la Liga Americana.
Los Mets se fueron 4-2 contra los Yanquis este año y quedan a tres juegos para el segundo comodín de la Liga Nacional, pero tienen tres equipos frente a ellos.
El juego fue tan acalorado que casi se registra una pelea. Lindor (17) empalmó tres jonrones contra los Yanquis. El boricua inició el castigo en el segundo episodio con dos corredores en los senderos, en respuesta a los lanzamientos del abridor Clarke Smith, con dos outs en la entrada.
En el sexto episodio cazó los lanzamientos del relevo dominicano Wandy Peralta, sin hombres en circulación. Para sellar con broche de oro, Lindor, que pegó 3 de 4 y terminó con cinco remolcadas y tres anotadas, desapareció la pelota del campo en la octava entrada, solo, con un out en el episodio.
La victoria se la acreditó el relevo Seth Lugo (4-2) en un episodio. Por los Yanquis la derrota la cargó Green (7-7) en un episodio. Mientras rodeaba las bases en su segundo jonrón, Lindor puso una mano frente a su boca, se volvió hacia los Yanquis e hizo movimientos como si fuera a silbar, haciendo referencia a la creencia de los Mets de que los Yanquis habían estado silbando el sábado en un intento de inclinar a sus bateadores hacia los lanzamientos de Taijuan Walker.
Los silbidos se intensificaron cuando Stanton empató el marcador con un jonrón de dos carreras en el séptimo ante el zurdo Brad Hand. Stanton redujo la velocidad a un paseo después de dar la vuelta en la segunda en su trote, dio la espalda a la tercera y comenzó a gritar con el campocorto.
Tanto Lindor como el segunda base Javier Báez le hicieron señas a Stanton para que se acercara a ellos, y cuando Stanton llegó al plato, los jugadores de ambos dugouts se habían derramado en el campo
