Para que tenga vigencia práctica y con resultados verdaderamente creíbles e institucionales en el manejo de fondos públicos, la transparencia tiene que tener un significado más allá del que se le asigna en los diccionarios.
En consecuencia, para que pueda ser empleada y exhibida como un logro tiene que estar respaldada por hechos diáfanos y sustentables, como ha sentado un ejemplo el alcalde del Distrito Nacional, David Collado en el ratificado acuerdo con el PNUD de Naciones Unidas para una redefinición estratégica de Santo Domingo y de su modelo de gobernanza.
Bajo el lema de Santo Domingo Siempre Transparente, este acuerdo extiende la colaboración para el fortalecimiento institucional y la transformación administrativa del cabildo del Distrito Nacional.
Con el aval del PNUD, que a través de su trayectoria se ha caracterizado para contribuir a la mejora de las políticas públicas, se busca garantizar niveles de transparencia nunca antes logrados en la gestión municipal del país.
Los testimonios que en ocasión del nuevo acuerdo ofrecieron la embajadora de Estados Unidos, Robin Bernstein y el coordinador residente del PNU, Lorenzo Jiménez, no dejan lugar a duda sobre el alcance y trascendencia de acuerdo, que sienta un precedente de referencia de gestión digno de ser emulado.
En ese sentido, la diplomática dijo que era un honor presenciar lo que calificó de muestra espectacular de compromiso con la transparencia, la democracia y un buen gobierno, para agregar a continuación que son valores que Estados Unidos apoya y alienta.
Tras expresar su satisfacción en la firma del acuerdo, Jiménez expresó por su lado que los capitaleños y capitaleñas son los que “van a heredar y están heredando ya una gestión municipal fuera de serie”.
Por su parte, Jacqueline Mora, directora financiera y enlace entre el ADN y el PNU, indicó que bajo el primer acuerdo con ese organismo de Naciones Unidas, firmado en 2016, se destacan logros en ahorros, compras y licitaciones, planeamiento urbano y proyectos de infraestructura.
Esto se ha logrado mediante la conformación de un equipo de trabajo en el que participan expertos internacionales, la aplicación de un sistema de monitoreo y gestión de resultados, así como una metodología de elaboración sistemática de planes operativos anuales y un presupuesto institucional.
Lo importante ahora es la ejecución continuada de “seguimiento”, otra palabra clave y fundamental para garantizar los resultados de una buena gestión gerencial y dada la experiencia y los objetivos hasta ahora obtenidos, hay razones para augurar su fortalecimiento.
Ojalá que a partir de este modelo de transparencia asistido por el PNUD y otros organismos locales e internacionales comprometidos con el interés general, otras entidades oficiales se animen de dar un paso para hacer de la gestión pública una vía idónea de servicio al país, a su gente y a la institucionalidad nacional.
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