REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Kevin Strickland tiene 62 años y ha pasado los últimos 43 encerrado por un crimen que no cometió, un triple asesinato ocurrido en 1978 del que lo acusó falsamente un solo testigo ocular. Ahora, este hombre de Kansas City (Estados Unidos) podría recuperar prontamente su libertad.
De acuerdo con el fiscal del condado Jackson, Jean Peters Baker, Strikland merece ser exonerado, porque no cometió ninguno de los asesinatos que se le indilgan, por lo que pidió la liberación inmediata del preso.
Strickland, un afroamericano que para el momento del crimen tenía apenas 18 años, fue absuelto en su primer juicio de hace cuatro décadas, pero en el segundo, un jurado de solo blancos lo condenó por asesinato capital y dos cargos de asesinato en segundo grado dos meses después.
Su caso volvió a resurgir para los fiscales en noviembre pasado, cuando un medio local publicó la historia de dos hombres que se declararon culpables de los asesinatos de abril de 1978 y dijeron que en ese momento Stricland no estaba con ellos.
Eso llevó a una revisión que culminó el lunes con los fiscales pidiendo la liberación inmediata de Strickland, ya que el caso se basó en gran medida en el testimonio de una testigo ahora fallecida que intentó retractarse de su identificación errónea antes de morir en 2015.
Si finalmente es exonerado, habrá cumplido la condena de prisión injusta más larga en la historia del estado.
Para que esto suceda, la Corte Suprema de Missouri deberá fallar a su favor y acoger el pedido de liberación inmediata del fiscal.
Un emocionado Baker se disculpó con Strickland en una conferencia de prensa: “Es importante reconocer cuando el sistema le ha hecho mal a alguien. Y lo que hicimos en este caso estuvo mal “, dijo. “Así que al Sr. Strickland, ‘Lo siento profundamente. Lamento profundamente el daño que le ha ocurrido’”.
“Si bien la justicia se ha retrasado, creemos que no se le negará”, dijo por su parte Tricia Rojo Bushnell del Midwest Innocence Project, una organización sin fin de lucro que lucha por los condenados a prisión erróneamente.
Un crimen que no cometió
El 25 de abril de 1978, cuatro hombres entraron a la casa de Larry Ingram en Kansas City y le dispararon a él, a Sherrie Black y a John Walker. También dispararon contra Cynthia Douglas, “quien quedó traumatizada por el triple asesinato”.
Douglas identificó inmediatamente a dos de los sospechosos, Vincent Bell y Kilm Adkins, y solo más tarde identificó a Strickland después de que le sugirieran su nombre.
Strickland, que entonces tenía 18 años, fue condenado bajo la ley de los “50 estrictos” de Missouri, que requería una sentencia de al menos 50 años de prisión antes de ser considerado para libertad condicional. Su primer juicio en 1979 resultó en un jurado indeciso cuando el único jurado negro votó a favor de la absolución. El segundo juicio tuvo un jurado compuesto exclusivamente por blancos.
Douglas escribió al Midwest Innocence Project en 2009, diciendo que le gustaría ayudar a Strickland.
“Yo era la única testigo y las cosas no estaban claras en ese entonces, pero ahora sé más y me gustaría ayudar a esta persona si puedo”, escribió en el correo electrónico.
Douglas murió en 2015 a los 57 años.
Para Baker esta misiva de Douglas era una “verdadera retractación” y abrió una nueva investigación científica sobre la identificación de testigos oculares que muestró que el testimonio de Douglas en 1978 no era confiable.
Baker dijo que los fiscales federales del Distrito Oeste de Missouri, el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas, y el juez presidente del condado de Jackson, habían revisado el caso y también creen que Strickland debería ser liberado.
“Mantenerlo encarcelado ahora en un veredicto del jurado, donde el jurado no escuchó nada de esta evidencia exculpatoria convincente, no tiene ningún propósito concebiblemente justo”, escribieron Baker y el subdirector principal Daniel Nelson en una carta a los abogados de Strickland.
Fuente: Infobae
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