REDACCIÓN INTERNACONAL.- La llegada del otoño, con bajada de temperaturas, conlleva también la aparición de infecciones respiratorias en los menores que, aunque lo habitual es que no revistan gravedad, en ocasiones pueden derivar en hospitalizaciones, sobre todo en lactantes y pacientes de riesgo. Los pediatras informan.
Las infecciones respiratorias causadas, mayoritariamente, por el virus respiratorio sincitial (VRS) -principal responsable de la bronquiolitis-, el SARS-CoV-2, el neumococo y el virus de la gripe, suponen la primera causa de hospitalización en menores de cinco años, informa la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Para hacer frente a estas amenazas víricas existen estrategias de vacunación e inmunización para cada enfermedad.
El virus respiratorio sincitial es un microorganismo muy contagioso que se transmite por contacto directo y por las gotitas que se desprenden al hablar, estornudar y toser.
Los síntomas, entre 5 y 7 días, son parecidos a los de un resfriado, como tos, mucosidad o fiebre. Sin embargo, especialmente en los niños menores de un año, suele causar un mayor impacto y pueden derivar en bronquiolitis, neumonía y otitis.
La temporada pasada se alcanzaron altas coberturas de inmunización, más del 90 % en las distintas comunidades autónomas, gracias a un nuevo anticuerpo monoclonal, nirsevimab, destinado a todos los bebés lactantes sanos con el fin de prevenir la infección respiratoria por virus respiratorio sincitial.
Esta inmunización evitó unas 10.000 hospitalizaciones y el riesgo de hospitalización por VRS entre lactantes fue entre un 81% y un 84% menor en aquellos que recibieron nirsevimab.
Según los pediatras, este año, como novedad, las embarazadas que lo deseen también podrán recibir protección frente al VRS, aunque esta vacuna de momento no está financiada por el Sistema Nacional de Salud.
El Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones (CAV) de la Asociación de Pediatría afirma que estas vacunas, además de inmunizar a la madre, protegen de la enfermedad a los lactantes durante 5 meses, pero después necesitarán recibir la inmunización.
La pandemia de coronavirus y sus consecuencias han hecho que la gran mayoría de niños y adultos se hayan contagiado ya una o varias veces creando así una inmunidad natural con síntomas leves y tras haber recibido también las vacunas establecidas por el Ministerio de Sanidad.
El síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (SIMP) y la covid prolongada son mucho menos frecuentes, aunque más contagioso, que con variantes anteriores a ómicron, aunque la vacunación disponible es efectiva ante cualquiera de las cepas actuales del virus.
La vacuna contra el SARS-CoV-2 está recomendada para niños de riesgo o que convivan con personas de riesgo. Será necesaria solamente una dosis, excepto en niños de 6 a 59 meses que no hayan sido vacunados previamente. Los niños con inmunosupresión grave también recibirán una dosis extra, en un intervalo de tres meses desde la última dosis o desde la infección.
La enfermedad neumocócica es la principal causa de mortalidad por neumonía en todo el mundo, representando más muertes que todas las demás causas combinadas.
Las vacunas neumocócicas conjugadas (VNC), recomendadas para todos los menores de 5 años desde 2016 en España, han mostrado un impacto sustancial en la reducción de esta enfermedad, no solo beneficiando a los propios niños, sino también generando inmunidad colectiva entre los adultos, apuntan los pediatras.
Otra de las infecciones respiratorias que afectan a los menores es la gripe. Entre el 30 y 40 % de la población infantil se contagia de este virus en cada temporada y son los principales transmisores.
La gripe es responsable de casi un millón de hospitalizaciones graves en niños menores de cinco años en todo el mundo, “pero en nuestra sociedad se percibe como una enfermedad banal”, advierte la AEP.
Así lo ponen de manifiesto las coberturas de la temporada 2023-2024 en niños de 1 a 5 años, que fueron inferiores a lo recomendado, con una media en España de tan solo el 36,1%.
Desde el CAV de la Asociación Española de Pediatría no solo se pide concienciación entre los profesionales y la población para que los niños menores de 5 años sean vacunados de la gripe, sino que, además, como reclama su coordinador, el doctor Francisco Álvarez, “consideramos que la vacunación de niños y adolescentes entre 6 meses y 18 años debería ser estimada como sistemática por las autoridades sanitarias”