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Batalla Electoral 2024

Cuando ha cambiado el PRD

Juan TH.

Juan TH.

El PRD era el tiguere más guapo del barrio, al que todos le temían por sus proezas, muchas de las cuales se convirtieron en leyendas.

El partido más viejo, el que escribió paginas gloriosas, forjador de los dirigentes y líderes de mayor formación política e intelectual del país como Juan Bosch, Juan Isidro Jiménez Grullón, Ángel Miolan, Antonio Guzmán Fernández, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, José Francisco Peña Gómez, Milagros Ortiz Bosch, Hugo Tolentino Dipp, Hipólito Mejía, Hatuey  de Camps, Tony Raful, Redames Abreu, entre muchos otros, en más de 70 años.

Fue el PRD que enfrentó los remanentes de la dictadura trujillista, el que encabezó el primer gobierno democrático del país, el que después del golpe de Estado contra Bosch encabezó importantes jornadas de luchas populares que terminaron en la revolución de abril que más tarde se transformaría en guerra patria.

El PRD, con Peña Gómez como líder con “luz propia”, se puso al frente del combate al régimen títere de Joaquín Balaguer durante 12 años de represión y muerte. El PRD puso una gran parte de los presos, torturados, exiliados y asesinados por razones políticas hasta que en 1978 volvió al poder con Antonio Guzmán de candidato.

La historia de la lucha por la democracia, la libertad, la justicia y la dignidad nacional, no se puede escribir sin destacar preponderantemente al PRD, un partido de masas, del pueblo humilde y trabajador.

Ese PRD aguerrido, dispuesto al sacrificio, a darlo todo por la libertad y la justicia, desapareció. El PRD de estos últimos años es un PRD sin espíritu de cuerpo, sin ideología, sin principios que le den sustento y legitimidad histórica.

El PRD de hoy parece haber perdido el rumbo. El PRD perdió su espíritu combativo y revolucionario. El PRD de hoy es un PRD timorato y cobarde, que se ha dejado intimidar por un PLD convertido en una corporación económica sin escrúpulos.

Los tigueres del PLD llegaron al gobierno después de muchas artimañas en 1996. Se dieron cuenta de que los tigueres del PRD estaban viejos y cansados, que habían perdido sus garras, que no podían adentrarse lejos en la jungla porque desconocían el bosque por completo. Los árboles crecieron sin que ellos se dieran cuenta.

Esos tigueres del PLD, que llegaron al barrio desnudos, famélicos, con hambre en los huesos y sed de poder, se robaron el país con la anuencia de una buena parte del empresariado rentista y voraz, incapaz de actuar y de pensar como clase social.

Esos tigueres destruyeron la poca institucionalidad del Estado. Pusieron a sus servicios el Congreso y la Justicia al igual que las Fuerzas Armadas y la Policía. Corrompieron todos los estamentos sociales. No quedó un sector sin corromper.

El año pasado se robaron las elecciones invirtiendo alrededor de 50 mil millones de pesos sin que los tigueres del PRD hicieran absolutamente nada. Simplemente se cruzaron de brazos. Le temieron a un baño de sangre, como si la historia de la humanidad no estuviera escrita sobre un mar de sangre, dolor y luto.

Ahora los tigueres del PLD están robándose al PRD, dividiéndolo, debilitándolo para que no pueda hacer oposición. Los tigueres del PRD, que ahora son mansos gatitos, no entienden que los problemas políticos deben ser enfrentados políticamente, no en tribunales controlados por los tigueres del PLD, sino en las calles confiando en la fuerza transformadora y revolucionaria de las masas.

Los tigueres del PLD no le temen a los del PRD. En verdad ya no le temen a nadie. Tienen demasiado poder en sus manos. En política el que no da, le dan. Y el que se deja dar, tanto en política como en la vida, es un pendejo.

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