Cúmulo de desechos y lilas producto de las lluvias dificultan la pesca en el Ozama

Por Sandy Cuevas

SANTO DOMINGO.-  Cuando este jueves se cumplen cinco días continuos de lluvias en gran parte del país, generadas por una vaguada, los organismos de socorro advierten ante la posibilidad de desbordamientos de ríos e inundaciones, por lo que elevaron la alerta a 27 provincias y la capital.

Los aguaceros han arrastrado una ola masiva de desechos y lilas en el río Ozama, obstaculizando las labores de los pescadores en ese afluente.

La presencia de lilas y basura forma una enorme capa sobre el río Ozama que impide el movimiento de las lanchas que a diario transportan a pasajeros de una ribera a otra de ese afluente o que sirven a decenas de pescadores para realizar su trabajo.

José Benítez, quien desde hace cuatro décadas se dedica a la pesca, aseguró que las algas arrastradas por la crecida del río le han impedido lanzar sus redes durante toda la semana.

Aunque los pescadores confían en que las lluvias comiencen a amainar desde este jueves, temen que luego de cinco días la corriente arrastre más desechos.

Mientras, la basura y las lilas se agolpan en el puente flotante, otro tanto ya se acumula en la playa Montesinos, donde brigadas del Ministerio de Turismo y otras entidades trabajan para remover los escombros arrastrados por el Ozama.

De su lado, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) mantiene bajo alerta amarilla las provincias María Trini­dad Sánchez, Hato Mayor, Monte Plata, La Vega, San Cristóbal, Santiago, El Gran Santo Domingo, Monseñor Nouel, El Seibo, San José de Ocoa, La Romana, Pederna­les, Santiago Rodríguez, Barahona, San Pedro de Macorís y La Altagracia.

Mientras que en alerta verde fueron colocadas Sánchez Ramírez, Peravia, Azua, Puerto Plata, Elías Piña, Dajabón, Samaná, Es­paillat, Hermanas Mirabal, Valverde y Duarte.

Las autoridades indicaron que debido a la cantidad de lilas que ya se ha acumulado en la playa Montesinos, las brigadas darán prioridad a esa parte e indicaron que estarán pendientes de la situación en el puente flotante.