Danilo Medina envía mensaje navideño a la nación

SANTO DOMINGO, República Dominicana.– El presidente de la República, Danilo Medina envió la noche de este jueves un mensaje a la nación con motivo de las festividades navideñas, donde abogó por un país más justo y fuerte para los dominicanos.

Este 24 de diciembre el Presidente Medina estuvo trabajando en el Palacio Nacional hasta pasado el mediodía donde recibió visitas y sostuvo reuniones.

Junto al mandatario estuvieron laborando la mayoría de los ministros con oficina en la casa de gobierno y el otro personal que se marchó a la una de la tarde.

El Jefe del Estado pasó esta nochebuena en compañía de su esposa y sus hijas como acostumbra hacerlo en esta fecha.

Las labores serán retomadas en la casa de gobierno el próximo lunes.

Mensaje íntegro:

Esta es la noche del niño que nació para salvar al mundo y de su familia terrenal, aquella que participó con él de esa tarea sagrada y gloriosa. Es, así, la más linda fiesta de amor y unión familiar cuando cada uno de nosotros busca más fuerza y esperanza, para continuar luchando por un mundo mejor.

Un mundo mejor: que comienza en nuestra casa, en nuestra familia. Sé que existe una persona, en cada país, que no tiene el derecho de colocar a su familia en primer lugar; esa persona es: “El presidente o la presidenta de cualquier nación”.

Su compromiso debe ser pensar primero en su país, en su pueblo, y en la gran familia que formamos todos nosotros. Estoy aquí, con mi familia, para desearles una Feliz Navidad.

También, para renovar nuestro compromiso de ser iguales a cualquier familia dominicana, iguales en la fuerza, el coraje, la honestidad, la solidaridad y en la capacidad de luchar por un futuro mejor.

Que seamos: “Iguales en sueños y en esperanzas, en deseo de que ningún niño nazca, en nuestro país, sin casa, sin comida, sin escuela, sin libros… sin futuro. Que no vea, jamás, a su papá rondando triste por la casa, porque no tiene empleo, que no vea, jamás, a su mamá llorar por el dolor físico de no tener un medicamento.

Que no vea a su madre llorar: “Por el dolor espiritual de no tener esperanza, que no sienta, jamás, el dolor de perder un ser querido arrebatado por la violencia.

Al contrario. Que Dios nos ayude, siempre, a tener la capacidad de soñar y de transformar nuestros sueños en realidad.

Por eso, en este día de Navidad, sentémonos a la mesa, dividamos el pan y ante todo, compartamos una gran esperanza.

La esperanza de que tendremos una familia cada vez más unida y feliz y de que tendremos un país cada vez más justo y más fuerte.

Candy, Sibely, Vanessa, Ana Paula y yo les deseamos una Feliz Navidad.

Les deseamos: Un próspero año nuevo. ¡Que Dios nos bendiga a todos!