Lejos de mostrar fortaleza, Danilo está mostrando debilidad.
La lógica dice que Danilo no quiere transparencia en el escrutinio de los votos.
La lógica dice que el presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, coherente con sus intereses políticos vinculados estrechamente al PLD desde hace muchos años, trabaja subrepticiamente en favor del mantenimiento en el poder de su partido. (Hace tiempo que se le vio el refajo, como diría Consuelo Despradel)
Es más que evidente la parcialidad del presidente de la JCE con el oficialismo. Es un axioma. No precisa de comprobación científica, ni nada que se parezca. Los hechos cotidianos lo confirman.
En el proceso electoral el árbitro (JCE) es ciego, sordo y mudo cuando se trata de aplicarle la ley al gobierno que ya ha gastado más del 50% del presupuesto de todo el año repartiendo dinero, electrodomésticos, alimentos, etc., con recursos públicos sin que el órgano rector haga nada.
La lógica dice que las encuestas de la mayoría de los periódicos mienten para favorecer a su principal cliente: Danilo Medina.
La lógica dice que Danilo no supera el 50%, que es mentira lo del 63 y lo del 70%, pues de lo contrario actuaria favorecería el conteo manual de los votos.
La lógica dice que en el gobierno hay muchos temores ante la posibilidad –real- de una segunda vuelta donde la oposición se unirá para deteriorarlo limpiamente.
El PLD necesita hacer un fraude electoral para quedarse en el gobierno.
La JCE y los medios de comunicación son sus mejores aliados. Uno para que permita el fraude, y el otro para que defienda “el triunfo arrollador” mediante falsas portadas, titulares engañosos, informaciones manipuladas y comentarios tendenciados.
La oposición tiene que impedir el fraude. A como dé lugar.
La oposición no puede intimidarse y permitir que desde la JCE o desde el Palacio (que es casi lo mismo), le impongan un escrutinio al margen de la ley.
Es verdad que la oposición está en desventaja frente a un Danilo Medina que tiene un cuartel militar (PLD/Fuerzas Armadas, Policía Nacional, JCE, Prensa, Periodistas, Presupuesto Nacional y Aliados: PRD y otros estercoleros políticos) pero eso no significa que sea indetenible y que no pueda ser derrotado.
La oposición tiene lo que no tiene Danilo: La fuerza de la ley, de la razón y del pueblo, que al final tendrán que imponerse si la lucha se conduce adecuadamente sabiendo que el problema no es solo legal, donde Danilo es fuerte por el control de los tribunales, es político. Por lo tanto, la oposición no puede buscarle una salida judicial a una crisis que es política.
No hay árbitros en las elecciones, por lo tanto no debe haber elecciones. Pero si se producen, entonces habrá que jugar en otro terreno que no es el de la ley que procura imponer dictatorialmente Roberto Rosario para que Danilo “gane”.