Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Cada día más vemos la gran proliferación de niños y jóvenes robando en las calles, cometiendo actos de vandalismo, atracando, pidiendo en vez de estar estudiando, envueltos en pandillas y muchas cosas más. Y yo me pregunto: ¿De quién es la culpa?
Hace un tiempo escuche lo que alguien dijo, y eso quedo trabajando en mi mente y fue que no hay muchachos malos, sino padres flojos o débiles. Entonces en la mayoría de los casos no podemos culpar a los niños o jóvenes sino a la gran maternidad y paternidad irresponsable.
En muchas ocasiones vemos en las esquinas mujeres con bebes en sus brazos pidiendo, y ya están embarazadas, claro que muchas veces y no puedo negarlo, los bebes son alquilados, ¿Pero el que llevan en su vientre qué?, eso es producto del no pensar que será en el futuro de esa criatura que van a tener. Es producto de un sexo desordenado e irresponsable, y lo más duro es que esos bebes no pidieron venir al mundo, eso no es más que producto de una maternidad irresponsable.
De la paternidad irresponsable también tenemos que hablar, pues no podemos dejar a los hombres fuera de esta fiesta. Hay un par de refranes que son muy verdaderos y que dicen: “Hacen falta dos para bailar un tango”, y el otro dice: “Tanta culpa tiene el que amarra la pata, como el que mata la vaca”
Muchos de los hombres son muy irresponsables, porque seducen a las mujeres con falsas promesas y las llevan a hacer lo que en muchas ocasiones ellas no quieren. Las embarazan, y luego se pierden como por arte de magia dejándolas con su barriga a merced de lo que pueda suceder, esto es ser muy irresponsable pues que será de esas niñas o niños el día de mañana, andarán deambulando por las calles, pidiendo o buscando a quien robar, pues para que un hogar sea funcional, poder criar a los hijos con valores morales y que sean mujeres y hombres de bien el día de mañana hace falta la presencia de los dos, madre y padre, pues la madre nos recuerda la dulzura, la ternura y la bondad de la Virgen María y el padre nos recuerda el cariño, la dureza y la corrección paterna que nos hace Jesús, pues les habla fuerte a los hipócritas y fariseos cuando tenía que hacerlo.
No quiero decir con esto que porque una madre o un padre tengan que criar a sus hijos solos, los mismos van a salir descarriados, no hay regla sin excepción. He conocido hombres muy rectos y brillantes producto de un hogar uniparental, pero créanme que son los menos. Entonces mis queridos amigos, no culpemos a los niños y jóvenes, pues el lodo que tenemos hoy, es producto del agua que cayó ayer.
Las mujeres, que no caigan en promesas falsas ni cuentos de camino que solo las llevan al embarazo, y más tarde a la gran irresponsabilidad de tener una hija o hijo y dejarlos a merced de la abuela, una tía o unos amigos para que ellos se lo críen, recordemos que la crianza de los hijos es responsabilidad de los dos, pero más de la madre porque en mucho de los casos ella está en la casa y los niños tienen mucho mas contacto con ella.
Los hombres, que tengamos conciencia que no es solo el traer un hijo al mundo, eso lo hace cualquiera, es junto con su esposa saberlos criar para que sean mujeres y hombres de bien en un futuro. No es decir como el refrán: “Has lo que yo digo y no lo que yo hago”.
Porque si actuamos así, estamos dándole cabida a la paternidad irresponsable, y entonces me debo preguntar: ¿”De quien es la culpa”?
Termino con un pedazo de la II Carta de San Pablo a los Corintios. Capitulo 1, Versículo 12, y dice así: “Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con nosotros”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.