La diversión no puede surgir del caos ni del sufrimiento ajeno.
Santo Domingo.– Resulta lamentable que, en medio de la emergencia provocada por la tormenta Melissa, algunos jóvenes hayan optado por convertir las calles inundadas en escenarios de “teteos” y baños improvisados.
Esa actitud refleja una preocupante falta de conciencia cívica y empatía ante una situación que pone en riesgo vidas y causa graves daños materiales.
Mientras familias pierden sus hogares y autoridades trabajan sin descanso, banalizar la tragedia con comportamientos irresponsables solo evidencia una desconexión social alarmante.
La diversión no puede surgir del caos ni del sufrimiento ajeno; urge fomentar una cultura de responsabilidad y respeto ante la adversidad colectiva.