El aplazamiento de la Cumbre de las Américas plantea interrogantes sobre el papel de RD.
Santo Domingo.– República Dominicana ha perdido su rol de país mediador neutral al alinearse abiertamente con quien suele ser fuente de conflictos: el gobierno estadounidense de Donald Trump; esta postura ha generado animadversión entre naciones amigas, que han expresado su descontento mediante la no asistencia de sus mandatarios a la Cumbre de las Américas.
Apoyar al gobierno en esta decisión es incuestionable, pues las razones esgrimidas son justificables; geopolíticamente, no se trata de un revés, pero sí de una llamada de atención: es imperativo que el país recupere su imagen de Estado buscador de soluciones frente a los conflictos regionales.
No cabe duda: Estados Unidos es nuestro principal socio y su influencia pesa en nuestras decisiones. Pero ello no debe significar el debilitamiento de las relaciones con otros países hermanos.
La posposición fue lo más acertado; ahora corresponde retomar el camino que nos distingue: ser una nación que promueve soluciones diplomáticas en la región.