Redacción Medioambiente.- El cambio climático y la explotación de los fondos marinos amenaza la migración de las sardinas en la bahía sudafricana de Algoa, un viaje de miles de peces en el que interactúan grandes depredadores y que el fotógrafo y explorador Alexis Rosenfeld documenta con imágenes en un proyecto de «información y memoria».
Las primeras imágenes del proyecto ‘La Gran Migración de la vida’ se han presentado en París y está respaldado por el programa UNESCO-1 Ocean. Una iniciativa que tiene previsto la elaboración de películas en varios formatos y que se presentarán, entre otros sitios, durante la Cumbre del Océano de Naciones Unidas el próximo año en Niza (Francia).
Rosenfeld explica a EFE que el proyecto tiene como objetivo «crear conciencia sobre grandes temas», y apunta que en este caso «presto mis ojos a cientos de millones de personas para permitirles ver bajo el mar y comprender lo que sucede allí».
«Es gracias a este vector emocional que también podemos cambiar las cosas», asegura el fotógrafo francés, quien emprende en pocos días la siguiente etapa del proyecto que le llevará a recoger más imágenes de ese viaje migratorio por la bahía de Algoa hasta la costa sur de Kwazulu Natal, en Sudáfrica.
El fotógrafo marino señala que es «un trabajo de información», y a la pregunta sobre los proyectos para la extracción de combustibles fósiles que existen en la costa sudafricana, asegura que «es el papel de los estados tomar las decisiones legales para detener la explotación de los combustibles fósiles«, que según la Ciencia son los «responsables» del calentamiento global, la acidificación del agua del mar o la subida del nivel del mar, entre otros impactos.
El proyecto 1 Ocean dirigido por Rosenfeld tiene como objetivo explorar y documentar los fondos marinos y apoyar misiones de investigación científica para comprender mejor el océano, como la migración de miles de sardinas que en «términos de biomasa es la mayor del reino animal», en un corredor migratorio en la bahía sudafricana, donde se forman «bancos gigantescos de kilómetros de longitud que oscurecen el mar».
Un «festín» migratorio de un número incalculable de peces al que se unen especies depredadoras como las ballenas jorobadas, delfines, tiburones, alcatraces del Cabo, rorcuales de Bryde o lobos marinos, y que permiten visualizar «escenas de depredación sin igual».
Rosenfeld, para quien «el universo se encuentra bajo el nivel del mar»,asegura que la expedición además tiene un «objetivo de transmisión y memoria», porque «cada fenómeno natural es una página de la Historial del mundo» y subraya que «debemos ser conscientes de que quizás seamos los últimos en poder observar con nuestros ojos» este proceso migratorio de sardinas.
Entre otras expediciones, Rosenfeld participó en la última expedición del comandante francés Jacques Cousteau a Madagascar y en el descubrimiento del avión del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry.
En su opinión, el documental busca «mantener un registro de este formidable patrimonio vivo para las generaciones futuras”, en un trabajo «en colaboración con los investigadores locales».
Cuando esté terminado, se difundirá en Sudáfrica, con un «enfoque pedagógico para los escolares y con traducción a los idiomas y dialectos locales», ya que el proyecto 1 OCEAN «es ilimitado, es una colaboración de muchos años con la UNESCO».
El trabajo además será difundido en formato documental en el canal franco alemán Arte, realizado por John Jackson y Thomas Labourasse, escrito por Thierry Piantanida.
Asimismo, la UNESCO organizará un preestreno y un campus destinado a los jóvenes durante el Año del Océano.
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