SANTO DOMINGO.- Cuando uno observa detenidamente los patrones de consumo de los dominicanos parecería que las sirenas de emergencia económica suenan, pero nadie las oye.
Los pronósticos de la actividad económica para los próximos meses plantean una desaceleración.
La restricción de la liquidez se hace más fuerte con el aumento a 5.50% de la tasa de interés de política monetaria.
Tomar prestado está siendo más caro, por lo cual a los incrementos de precios hay que agregar un mayor costo financiero para los deudores.
Un informe del Consejo Monetario Centroamericano indica que en la región nuestro país fue el líder en inflación en febrero, la más alta, con un 9%.
Bloomberg en Línea informa hoy que en América Latina hay una ola de pesimismo.
Parte de planteamientos del Banco de Inversión Goldman Sachs, en el sentido de que los precios de la energía y los obstáculos en la cadena de abastecimiento azuzan la inflación.
El pronóstico de crecimiento para las economías más grandes de América Latina se reduce de 2,1% a 1,8%.
La cruenta guerra de Rusia y Ucrania, con sus grandes destrozos humanos y materiales, no tiene perspectivas de terminar por ahora.
No dudo que en la región se produzcan oleadas de manifestaciones sociales, que ya comenzaron en Perú.
Es hora de crear conciencia ciudadana y enterarnos que estamos en crisis, en una economía de guerra. No podemos seguir como Juancito el Caminador. Revisemos los hábitos y vamos a ponernos en la página de la emergencia. No exagero.
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