El 14 de febrero se celebra el día del amor, de los enamorados, de la amistad. ¿Qué es el amor? Es el sentimiento más hermoso y generoso que existe; ha sido definido de múltiples formas. La mayoría coincide en decir que es “el sentimiento que experimenta una persona hacia otra y se manifiesta en el deseo de su compañía y en compartir sus alegrías y sufrimientos”. Independientemente de cómo sea definido, el amor es bello, purifica el alma; tiende a llevar alegría y felicidad a los demás; no es rencoroso; más bien comprensivo; el que ama, perdona.
Parecería que el amor es débil, pero no, es super fuerte. Solo los valientes, seguros de sí, lo expresan sin temor. El amor tiende a ocultar y resistir estocadas, indelicadezas, penalidades, para cuidar y proteger la persona amada. Sus quejas son sutiles; el dolor lo oculta; el perdón está a flor de piel. Quien es capaz de amar desinteresadamente, se le facilita comprender y ayudar al prójimo; aunque no sea correspondido.
Además, el que ama una persona, no la ata a su lado; le facilita los caminos, la deja libre, ora por su bienestar. La forma de expresar amor ha cambiado con el tiempo. En décadas pasadas, a la pareja amada se le lanzaban señales con detalles sencillos: envío de chicles, mentitas, guiños con los ojos, papelitos, serenatas, etc.; con el correr de los años han sido sustituidos por regalos costosos: chocolates, vehículos, casa, paseos a playas, viajes, en satisfacer necesidades básicas, etc.; envuelven de tal manera el amor, que confunden y algunos terminan en “chapeo”.
Parecería que el amor lindo, espontaneo, que produce suspiro y pone a soñar, que mueve a la nostalgia, a la melancolía, a llorar cuando se escucha una canción, parecería que está quedando en el olvido; está siendo sustituido por los que se expresan, al resolver necesidades materiales y escalar socialmente.
La llegada del coronavirus ha hecho cambios significativos en el escenario de expresar afectos; ha complicado las manifestaciones de amor: las salidas y visitas presenciales están controladas, al igual que las fiestas y viajes; debe mantenerse el distanciamiento, afectando los abrazos y besos; hasta los accesorios en el vestir han variado; obliga a usar mascarilla, ocultando parte del rostro: la nariz, la sonrisa y algo tan sensual como los labios. Afortunadamente, la mirada queda al descubierto, permitiendo leer mensajes del intimo sentir.
Indiscutiblemente, con esta pandemia, las expresiones de amor se han limitado y cambiado; afortunadamente, hay señales que nunca cambian: el fuerte latir del corazón, la mirada dulce y tierna, la generosidad y deseo de ayudar a los demás; ellas delatan el intimo sentir de un gran amor hacia la pareja, los amigos, hacia los demás.
En el día del amor, pido a Dios, Todopoderoso, que tenga misericordia con los que abusan de las bondades de quienes saben amar y perdonar; que los ayude a encontrar, paz espiritual.