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El covid impacta negativamente programas de tuberculosis en todo el mundo

En 2020 la inversión realizada en la investigación de la covid fue 113 veces superior a la dedicada a la investigación de la tuberculosis.

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.- La pandemia de covid ha impactado negativamente en los programas de tuberculosis en todo el mundo, aumentando la incidencia y la mortalidad de esta enfermedad tan antigua como letal, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos.

Hoy en día, la tuberculosis continúa siendo una de las enfermedades infecciosas más mortíferas. Cada día, se lleva la vida de más de 4.100 personas y cerca de 30.000 contraen esta enfermedad que se puede prevenir y curar.

Y ahora con la pandemia, se han registrado repercusiones negativas en múltiples ámbitos de esta enfermedad, como en el número de casos identificados y notificados, la incidencia, la mortalidad y la financiación de sus programas, particularmente los de Investigación.

En 2020 la inversión realizada en la investigación de la covid fue 113 veces superior a la dedicada a la investigación de la tuberculosis.

Así se afirma en un nuevo documento de ISGlobal (Fundación La Caixa) en el que se señala, no obstante, que no todos estos efectos tiene que ser negativos.

Porque si la respuesta a la covid se ha beneficiado de las infraestructuras y los recursos existentes destinados a la tuberculosis, a medida que progresamos hacia el control de esta pandemia, los países de ingresos medios y bajos también pueden modificar los programas de tuberculosis para integrar estrategias y servicios destinados a ambas enfermedades de una manera sinérgica.

Ambas infecciones son de naturaleza respiratoria y se les aplican estrategias similares de prevención y control sanitario, recuerdan los autores de este informe, firmado por Isabelle Munyangaju, investigadora predoctoral en ISGlobal y médica en Mozambique; Alberto García-Basteiro, profesor asociado de investigación en ISGlobal y coordinador del área de investigación en tuberculosis del Centro de Investigação em Saúde de Manhiça (CISM) de Mozambique;

Y por Elisa Lopez-Varela, pediatra e investigadora en ISGlobal, donde dirige varios estudios centrados en la tuberculosis pediátrica, el VIH y la COVID-19 en África subsahariana, y Anna Saura Lázaro, investigadora predoctoral en ISGlobal.

En las últimas décadas, explican, la pandemia de la tuberculosis se ha visto afectada por algunos acontecimientos históricos importantes que han conducido a un cambio en la carga de la enfermedad en todo el planeta.

Por ejemplo, la Primera y Segunda Guerras Mundiales tuvieron un impacto negativo en esta enfermedad en Europa, con un notable aumento de la mortalidad.

En las últimas décadas, en los países con ingresos bajos y medios, la epidemia de VIH (sida) ha conducido a una reaparición de la tuberculosis (TB), ya que ambas enfermedades tienen una relación simbiótica.

La TB se ha convertido rápidamente en la causa principal de muerte en las personas infectadas por el VIH, y estas personas han pasado a ser el grupo con mayor riesgo de contraer la enfermedad.

Otros factores, como la aparición de otras epidemias de enfermedades, o la inestabilidad política y las guerras en muchas regiones del mundo, también han contribuido a obstaculizar los esfuerzos realizados a nivel mundial para controlar la tuberculosis.

Hoy con la pandemia de la covid, reitera este estudio, se ha descuidado mucho la financiación de los programas de TB y particularmente los programas de investigación, a pesar de las elevadas tasas de mortalidad.

Además a escala mundial, la reducción acumulada en la tasa de incidencia de la tuberculosis de 2015 a 2020 fue del 11% (bastante inferior al objetivo intermedio del 20%) y la reducción acumulada en la mortalidad fue del 9,2% (muy inferior al objetivo intermedio del 35%).

Y a pesar de que la financiación para la investigación de la tuberculosis crecía lentamente, de 772 millones de dólares estadounidenses en 2017 a 901 millones de dólares estadounidenses en 2019, seguía siendo muy inferior al objetivo de 2.000 millones de dólares estadounidenses al año establecido en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis.

Tuberculosis, covid y mortalidad

Con la pandemia de covid se registró el citado retroceso en los programas de tuberculosis.

Paralelamente, el miedo a contraer la covid y el temor a la estigmatización (en ciertas partes de África) también evitaron que los pacientes acudieran a los centros sanitarios.

Las actividades comunitarias para la lucha contra la tuberculosis, así como la búsqueda activa de casos a nivel comunitario, se suspendieron al inicio en muchos países debido a la pandemia y a la falta de directrices claras sobre cómo llevar a cabo dichas actividades.

La conclusión es que “debido al retraso en el diagnóstico o a que no se ha producido diagnóstico, así como debido al retraso en el comienzo del tratamiento y a la reducción en la calidad del seguimiento del tratamiento de la TB, el número de muertes ha comenzado a aumentar en 2020 por primera vez desde 2017″.
Las previsiones de los estudios de modelado realizados en 16 países de alta prioridad indican que se prevé un aumento de la mortalidad por tuberculosis en 2022 y 2023.

La OMS ha notificado una reducción en el número de personas en tratamiento para la TB del 15% para la TB resistente a los fármacos, así como de aproximadamente 1 millón de tratamientos preventivos de la TB menos ofrecidos entre 2019 y 2020.

Según el Informe Mundial sobre Tuberculosis, en 2020, los gastos dedicados a los pacientes con tuberculosis, tanto a nivel hospitalario como a nivel ambulatorio, disminuyeron en un 8,7%, con respecto a 2019, como consecuencia de la reducción en las notificaciones de casos de TB, los cambios en las modalidades de tratamiento (expedición de recetas para varios meses o de forma no presencial) y la reasignación de los fondos a actividades para luchar contra la covid.

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