Los dos titulares de los dos poderes de esta dictadura morada y esta clase saqueadora con más responsabilidades en la institucionalización de la corruptela y en la impunidad que las protege, lucieron ansiosos y nerviosos este 27 de febrero; atrapados por un auto-inculpador afán de auto-protección y auto-justificación frente al tsunami verde en desarrollo que los emplaza y los acusa junto a sus claques impenitentes.
El anuncio de que no habrá “vacas sagradas” – auto-excluyéndose ambos previamente de asemejarse a esa especie del ganado bobino- es parte de la clásica demagogia que acompaña los procesos de impunidad que no pueden escapar a la inclusión de algunos “chivos expiatorios” para salvar a los principales culpables, al propio régimen podrido y de paso a ellos mismos.
Reynaldo se exaltó él y exaltó a Danilo al estilo trujillista, insistiendo en una moral que nadie palpa y en un recurrir a Bosch luego de pasarse 17 años trapeando el piso con su memoria y su ejemplo.
Danilo, como el Jefe que desplaza a Leonel, se exaltó a sí mismo con promesas morales que hace rato ensució de mala manera.
Hablaron desde una burbuja repleta de dinero sucio perfumado que le impide ver la realidad. Al gobernar desde el boato de las elites partidocráticas y las cúpulas empresariales asociadas (en múltiples fechorías), que conjuntamente conforman el poder mafioso que han decido defender a capa y espada, han perdido el sentido común.
Danilo padece de ceguera interesada para ver las sobrevaluaciones de ODEBRECH en Punta Catalina y en otros 16 contratos, las cuales superan los 2,000 millones de dólares; y por eso se pone a hablar de las bondades de las plantas de carbón (altamente contaminantes) y de los futuros beneficios de esa opción energética, culpando de paso a empresarios angurriosos de demandar que paren su construcción, cuando la Marcha Verde sencillamente demandó que saquen a la estafadora ODEBRECH de Baní y del país, lo que es muy distinto.
Asume ese tono de Benefactor de la Patria y de “combatiente anti-oligárquico” para ocultar sus complicidades con Lula, Dilma, Joao Santana, Odebrech, Petrobras y BANDES en la continuidad de la corruptela local e internacional -vía conexión dominico-brasileña- que inició Leonel en relación de poder con Lula.
Pero observen que el Presidente Danilo Medina al mismo tiempo oculta -para proteger a sus operadores y beneficiarios- los demás casos de alta corrupción impune y muy especialmente aquellos en que junto a la cúpula del PLD aparecen jorocones del empresariado y del aparato policial-militar: FONPER-VICINI, VICINI-SAN SOUCI, BONETTI-ANTENA LATINA, BONETTI-SANTANA-MARTÍ-MAFIA DE LOS COMBUSTIBELES, GONZALEZ CUADRA-FALCONDO, LEONEL-TUCANOS, NARCO-GENERALES, MAFIA POLICIAL, MIGUEL VARGAS-TRES BRAZOS, REELECCIÓN-CONGRESO, ROBERTO ROSARIO-SCANER-JCE…
Se burla a la vez de este pueblo activo y movilizado, al refrendar los procesos iniciados por un PROCURADOR a su servicio y al servicio del régimen peledeísta y también la COMISIÓN DE AGRIPINO hecha como “traje a la medida” de la impunidad imperante; ignorando descaradamente el emplazamiento de más de 300 mil dominicanos/a, para que dada la desconfianza colectiva en su gobierno, acepte al menos conformar una COMISIÓN DE FISCALES INDEPENDIENTES de común acuerdo con los/as demandantes, para abordar todo lo de ODEBRECH y otros casos de envergadura.
De seguir transitando ese camino, auguro que Danilo y su Gobierno corrupto y corruptor, no llegarán sano y salvo al 2020, pues están corriendo el riego de ser revocados por el pueblo indignado; están exponiéndose descaradamente a ser inhabilitado mediante movilizaciones multitudinarias sucesivas y crecientes, como sucedió a principio del siglo XXI en situaciones parecidas en Argentina, Bolivia, Ecuador…
De inmediato espero un marzo estremecedor, con una Gran Marcha Verde Cibaeña que supere la reciente capitaleña y con movilizaciones ascendentes en el resto del país.
Y pienso que hay que prepararse con tiempo para impulsar en el momento apropiado, ante una institucionalidad podrida y un sistema negador de la justicia más elemental, un proceso constituyente, una CONSTITUYENTE POPULAR Y SOBERANA; creada independientemente de este Congreso y de este decadente sistema de partidos; capaz de superar el Poder Constituido, de refundar las instituciones y reformular la plataforma hacia una sociedad justa, libre y solidaria.