REDACCIÓN.- Benedicto XVI ha fallecido a los 95 años en la tranquilidad de su hogar en el monasterio vaticano del Mater Ecclesiae, donde residía desde que renunciase en 2013 a su cargo como jefe de la Iglesia católica, acompañado de su secretario personal y las personas del servicio doméstico de su casa, y habiendo recibido la extremaunción. Nada más conocer su fallecimiento las reacciones no han tardado en sucederse.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha manifestado sus condolencias por el fallecimiento del Papa Emérito. «Benedicto XVI ha emprendido el camino hacia la Vida Eterna. Demos gracias por su magisterio y su testimonio de vida. Pidamos a Dios que lo acoja en sus brazos misericordiosos». Y las campanas de la Almudena han tocado a difunto para anunciar al pueblo de Madrid la muerte del Papa emérito.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha destacado la «profunda huella» que Benedicto XVI dejó en los católicos españoles durante sus ocho años de pontificado en los que visitó nuestro país hasta en tres ocasiones y proclamó beatos a 498 españoles. El primero de sus viajes fue en 2005 con motivo del Encuentro Mundial de las Familias en Valencia. El Papa participó en los actos y clausuró el encuentro con una eucaristía multitudinaria, en la explanada de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Cinco años después, en 2010, regresó para visitar Santiago de Compostela por el Año Jacobeo y visitó también Barcelona. Y por último viajó a Madrid en 2011 para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud.
Del mismo modo, la primera ministra de Italia Giorgia Meloni se unía al pésame y destacaba del Papa emérito que era «un gigante de la fe y de la razón que puso su vida al servicio de la Iglesia universal y ha hablado, y seguirá hablando, al corazón y a la mente de los hombres con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su Magisterio». Meloni ha trasladado sus condolencias al Papa Francisco y a toda la comunidad eclesial y le ha definido como un «un hombre enamorado del Señor. Un cristiano, un pastor, un teólogo: una gran figura de la historia que la historia nunca olvidará»..
El rey Felipe VI ha enviado un telegrama de pésame a Su Santidad el Papa Francisco y los líderes políticos españoles también se han sumado a las condolencias. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado la pérdida de «un gran teólogo entregado al servicio de los demás, la justicia y la paz». Y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado de él que fue «un peregrino más por su intelectualidad y cercanía». Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha referido a él como «uno de los grandes sabios de la Iglesia» y que hoy «es un día de luto para los creyentes y de respeto para los no católicos. Descanse en paz, uno de los grandes sabios de la Iglesia».
Otros líderes como el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz o el primer ministro británico, Rishi Sunak, se han entristecido tras conocer su deceso. «Mis pensamientos van con los católicos de Francia y del mundo, de luto por la partida de su santidad Benedicto XVI, quien trabajó con alma e inteligencia por un mundo más fraternal», publicó Macrón, mientras que el político del Reino Unido le ha recordado como «un gran teólogo, cuya visita al Reino Unido fue un momento histórico tanto para los católicos como los no católicos de todo el país».
También, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó este sábado su «tristeza» por la muerte de Benedicto XVI y destacó el «compromiso con la fe» del fallecido papa emérito.
Lula, quien asumirá el Gobierno de Brasil por tercera vez este domingo, recordó que en 2007, como presidente del país y en el que era su segundo mandato consecutivo, recibió a Benedicto XVI en Sao Paulo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó también hoy sus condolencias al Vaticano por la muerte del papa emérito Benedicto XVI, según informó el Kremlin.
“Benedicto XVI fue un destacado religioso y estadista, un firme defensor de los valores cristianos tradicionales”, aseveró el mandatario ruso en un telegrama enviado al Papa Francisco, citado por la Presidencia rusa.