Dunia De Windt
La verdad que el patio nacional esta revuelto, aunque estemos acostumbrados a ciertas noticias que forman parte de la cotidianidad, y algunas muy lamentables.
En ese sentido, somos testigos que el índice de la violencia no lo detiene nadie. Cada día más casos, más muertes ya sean en manos de la policía, o viceversa, policías acribillados en manos de delincuentes, o que un hombre, asesinó a una mujer, sea ésta pareja o no. Son las noticias con las que desayunamos diariamente. Noticias que producen estupor, asco y te hacen meditar en qué les pasa por la mente a las personas. Quién pone una solución a esto? La violencia contra la mujer está alcanzando cuotas inverosímiles en nuestro país.
Por otro lado, la desgracia del cólera que apareció en Haití, ya forma parte de la vida de muchos dominicanos, que han fallecido por causa de esta pandemia, y que su propagación sigue a pasos agigantados en nuestro suelo. De hecho, el Colegio Médico Dominicano (CMD) aseguró recientemente, que el cólera está fuera de control en el país y dijo no creer los datos ofrecidos por Salud Pública en el sentido de que se ha reducido la mortalidad materna e infantil.
Senén Caba, presidente del gremio médico, dijo también que y no es nada nuevo, «en República Dominicana no se ha hecho nada que de indicios de que han reducido los fallecimientos, porque no se ha invertido en salud, se ha reducido en número de camas en los hospitales, y la higiene sigue siendo precaria en los centros de salud». Esto sí que es una verdadera desgracia, sabiendo de antemano que no contamos en los centros hospitalarios públicos con garantías necesarias y un correcto servicio para las personas afectadas. Mientras tantos, los gobiernos siguen invirtiendo en otros asuntos más «perentorios».
En otro orden, el famoso «paquetazo fiscal» fue aprobado por el Congreso. La pesadilla de todos y el regalo de cada gobierno al pueblo. Unas reformas económicas que no servirán de nada en la práctica porque lo urge es que el gobierno actual, disminuya sus gastos internos y externos. Pero la nómina pública continúa en ascenso, los viajes innecesarios en momentos determinados siguen su curso, y los excesos de algunos funcionarios públicos van por la misma senda. Y ni hablar, porque ya retumba a cansancio mental, la corrupción en la que está envuelto este gobierno. Uno puede leer y escuchar en ciertos medios de comunicación, denuncias de corrupción, mientras el presidente mira a otro lado, justifica y premia a sus ministros. Tan parecido a otro gobernante.
Y como si todo esto no fuese nada, esta semana la Asociación de Colegios Privados, anunció a grito pelado, un alza de un 30% en sus precios y que si los tutores no pagan a tiempo, serán puestos en la lista de «morosos». Medidas desproporcionadas, absurdas y dementes en un país donde los sueldos de los padres que pueden pagarles colegios a sus hijos, se ve cada día mermado por los aumentos en otros asuntos. Cuando leí esa noticia, sólo atiné a pensar, qué pena que la educación pública dominicana sea nefasta, porque de lo contrario, estos personajes de esta asociación se verían sin alumnos….Lástima también, que cada cierto tiempo los maestros, personajes no muy bien preparados del sector público, tengan que luchar a brazo partido por mejoras de condiciones salariales. Educación, una palabra que lo dice todo, es la base de una sociedad que aspira a ser «civilizada», por eso seguimos reclamando un 4% más para un asunto de vital importancia para todos.
Por supuesto, las eternas luchas internas partidistas, los shows entre precandidatos a la próxima contienda electoral, la pregunta de siempre, de si «vas o no vas», ya son como el aguacate en la comida de cada día. Nos hace falta, nos llena hablar de política las 24 horas del día y es complicado abandonar un tema, en el que todos opinan y tienen la razón.
Qué nos pasa, hacia dónde vamos con este panorama, como país, como sociedad..?
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