x
Batalla Electoral 2024

El PRM de cara al futuro

Imagen sin descripción

 

Juan TH

Dos grupos claramente definidos dentro del Partido Revolucionario Moderno han comenzado una lucha de cara a la convención que ha de celebrarse el año próximo para elegir a sus nuevos dirigentes, con miras a la posterior selección de los candidatos para las elecciones del 2020. Para ambos el control del partido es importante, pero debe ser dentro de un marco institucional y democrático, que no genere una nueva división, ni deje cicatrices incurables.

Se dirá que es muy temprano. ¡Y lo es! Pero los políticos no descansan porque la dinámica social los empuja ya que el tiempo se detiene.

Lo ideal sería llevar el proceso en paz cumpliendo un plan de trabajo sin poner los bueyes detrás de la carreta. Lo primero, primero. El tiempo, el mejor aliado de los políticos que trabajan, irá trazando algunas pautas y consolidando o rechazando liderazgos. La última palabra la tendrán las bases del partido.

Al país le esperan días difíciles, como bien lo advirtió el ex presidente Hipólito Mejía. Los próximos cuatro años definirán los perfiles de los dirigentes no solo dentro del PRM, sino dentro de los demás partidos, principalmente dentro del PLD por el hecho de que Constitucionalmente Danilo Medina no puede ser candidato en el 2020 a menos que otra vez modifique la Carta Magna (el hombre está en campaña full), lo cual generaría una gran crisis dentro y fuera del PLD.

Sin Danilo en el escenario electoral, sin un candidato sólido dentro de su grupo, quedarían Leonel Fernández, Francisco Javier García, Reinaldo Pared Pérez –Pechito- entre otros que irán apareciendo en el camino, con el desgaste propio de un partido que tendrá 20 años en el poder sin haber resuelto los problemas básicos del pueblo a pesar de la enorme fortuna con la que ha contado. (Una gran parte se la han robado impunemente)

En ese escenario la oposición tendrá una enorme posibilidad: por un lado, la crisis económica, política y social que se avecina que debe ser alentada, de otro lado, la crisis y desgaste del partido de gobierno.

Si el PRM se consolida con una estructura orgánica adecuada, respeto por sus normas, una línea política y de acción que lo diferencie de los demás,

enfrentando al gobierno, no contemporizando, ni escogiendo voceros negociantes en el Congreso, se convertirá en la primera fuerza política del país.

Si el PRM junto a los demás partidos opositores logran una buena ley de partidos políticos y una buena ley electoral, creando así un marco jurídico adecuado que garantice equidad y transparencia en las elecciones, con jueces imparciales, no como los que existen hoy día, los resultados serán satisfactorios.

Apuesto a la inteligencia y la sensatez de los dirigentes del PRM en el proceso que se avecina. Lo primero, primero. Y lo primero es hacer del PRM un partido. Y en esa tarea la mayor responsabilidad recae sobre los hombros de Hipólito Mejía, principalmente, por haber sido presidente de la República, por la experiencia acumulada y por su liderazgo, luego en los de Luís Abinader ex candidato presidencial que ganó un espacio político de trabajo y honestidad, en los de Andrés Bautista y Chú Vásquez, entre muchos otros. Es una labor colectiva que amerita ser conducida por un liderazgo colegiado, si se quiere, maduro, inteligente y responsable.

Comenta con facebook