Sospecho que existe un viejo gavetero que un anónimo burócrata abre puntualmente el 27 de febrero (y saca un expediente harto manoseado); y vuelve a abrirlo el 19 de marzo (y saca otro expediente); y hace lo mismo el 30 de marzo (con otros papeles añejos); y repite el 16 de agosto (otro expediente con olor a cucarachas muertas de hambre)… Y lo hace así en cada aniversario de patricio, ocurrencias proceras y celebración de tal o cual batalla del siglo 19. (Pero creo que el tal burócrata debería cambiar su oficio y dedicarse, en vista de los hechos, a hacer tumbas con un sólo epitafio sobre el mármol: “Aquí yace la República”.