Elizabeth Edwards
Washington, 7 dic (EFE).- Elizabeth Edwards, la esposa del ex senador y dos veces aspirante a la presidencia de EEUU John Edwards, falleció hoy a los 61 años, a causa del cáncer contra el que luchaba desde hace años, informó la prensa estadounidenses.
El portavoz de la familia informó de que Elizabeth falleció esta mañana en la casa familiar de Chapel Hill en Carolina del Norte, según indicó la cadena CNN.
El fallecimiento se produjo tan sólo un día después de que la familia emitiera un comunicado explicando que Elizabeth Edwards se había retirado a su hogar para pasar sus últimos días rodeada de sus seres queridos debido al agravamiento de su estado.
Edwards, de 61 años, fue hospitalizada brevemente la semana pasada al sentirse indispuesta durante las fiestas de Acción de Gracias y los médicos observaron que el cáncer había hecho metástasis hasta el hígado.
La batalla contra el cáncer comenzó en noviembre de 2004 cuando le fue diagnosticado un cáncer de mama. Tras una fase de tratamiento, en 2007, tuvo una recaída y el cáncer se extendió a los huesos.
Este año no había sido fácil para Elizabeth Edwards quien, después de 30 años de matrimonio, decidió separarse de su marido, después de que el político reconociera, tras muchos desmentidos y rumores, ser el padre de una niña de dos años, fruto de una relación extramarital.
Se ponía así fin a una relación que había sido vista como modélica a ojos de la opinión pública estadounidense.
Los Edwards habían superado juntos la pérdida de su hijo mayor Wade, en un accidente de tráfico cuando tenía 16 años, los dos episodios de cáncer de Elizabeth y las sucesivas derrotas políticas del ex senador, que compitió en dos campañas, en 2004 y 2008.
En un mensaje publicado el lunes en Facebook, Elizabeth agradeció el apoyo que ha recibido en estos años de lucha que le ha dado la fortaleza para seguir adelante.
«He tenido apoyo durante toda mi vida de mi familia, mis amigos, y una fe en el poder de resistencia y esperanza», señaló Edwards y estos apoyos «me han llevado a través de tiempos difíciles y me han traído más alegría a los buenos tiempos de lo que jamás podría haber imaginado».
«Los días de nuestra vida, para todos nosotros, están contados»,
