Ray Ortega.
Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Una de las virtudes que debe de tener todo ser humano es ser leal. La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia. Es una obligación de fidelidad que un sujeto o ciudadano le debe a su estado, gobernante, comunidad o a sí mismo. La lealtad es un valor que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona, grupo social y que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social es decir el cumplimiento de honor y gratitud.
La lealtad es un corresponder, es una obligación que se tiene con y hacia los otros, es un compromiso a defender aquello que creemos y en quien creemos. La lealtad es una de las virtudes del ser humano, es un gran valor que se debe tener, pues quien es traidor, solo se queda al final de la jornada.
Cuando verdaderamente somos leales, nosotros logramos llevar la amistad, o cualquier otra relación a su etapa más profunda. Ahora bien, tenemos que estar consientes que toda lealtad implica un compromiso que vas más allá, es el estar al lado de un amigo, de un gobernante o de su comunidad entre otras, bien sea en las buenas o en las malas. Es por eso que se dice que la lealtad es como una llave que nos permite tener un auténtico éxito cuando nos relacionamos.
Hoy en día la lealtad es un valor que no es fácil de encontrar en el ser humano. Vemos con mucha tristeza como el ser humano se pasa de un equipo de baseball a otro, de un partido político a otro, de ser fiel a su equipo de basket ball y de repente pasarse a otro, y así sucesivamente. Eso lo vemos hoy comúnmente en personas que al saber que pueden obtener algo de nosotros se nos acercan, y ya cuando dejamos de serle útil nos echan a un lado, nos abandonan si más, y lo más triste es que nunca nos enteramos porque. Hoy en día vemos como alguien frecuenta o visita un grupo contrario porque le da o le ofrece más y mejores beneficios, y mis querido amigos eso no es lealtad.
La lealtad debe de ser una cosa esencial en la amistad. Sé que mis amigos tienen sus virtudes y también sus defectos, pero son mis amigos y con ellas o sin ellas los defiendo, tenemos que recordar siempre que los conocidos se hacen amigos a través de la lealtad mutua, a pesar de sus defectos y virtudes. La lealtad es imprescindible y esencial en la amistad, es un compromiso de corazón entre dos personas, es una relación que desarrolla la confianza mutua, por eso no podemos aceptar a los demás que hagan críticas o hincapié en los defectos de nuestros amigos, por eso no debemos quejarnos nunca del modo de ser de los que llamamos amigos, sino más bien ayudarlos para que superen sus defectos y debilidades.
Ser leales es el no echar a un lado una amistad injustificadamente y de poca trascendencia, ser una persona leal es aquella que lucha hasta el final con tal de conservar la amistad y el cariño de aquel al que llama su amigo, por eso no me importa el recibir una seria de golpes, por muy dolorosos y traicioneros que sean, si con ellos un amigo se ve libre o se salva. Por eso el ser leal es mantener incólume una amistad, para evitar así un daño a un amigo, y por eso debo de enfrentarme a quien sea.
Por eso, porque tengo unos principios honestos no me da ningún miedo a la bajeza y ruindad de algunos, porque en definitiva soy una persona leal, y creo que en la verdadera amistad debe de existir la transparencia, franqueza, sinceridad, lealtad y respeto. Francisco Garzón Céspedes, considerado una personalidad en la cultura Iberoamericana dijo: “El ser humano nunca se excede en su lealtad. El ser humano que pierde la lealtad, pierde la vida”.
Termino con este pedazo del Evangelio de San Juan, Capitulo 15, Versículos del 13 al 15, y dice así: “Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Yo os he llamado amigos, porque todo cuanto he oído a mi Padre os lo he dado a conocer”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
