Gobiernos de las minorías, contra Venezuela

Pueblos latinoamericanos rechazan la postura de sus gobiernos ante la agresión a la soberanía venezolana.

Santo Domingo.– 1.- En la democracia representativa, la minoría de cada país induce a la mayoría a votar con el objetivo de que le haga posible satisfacer sus deseos de poder.

2.- El parecer del pueblo no cuenta para nada allí donde lo ponen a sufragar sin que, en el futuro, su sentir político incida en las grandes decisiones del Estado.

3.- En los procesos electorales bajo la representativa, los votantes son actores principales el día de las votaciones, y en lo adelante sujetos pasivos, algo ineficaz, inerte.

Silencio de gobiernos latinoamericanos ante cierre aéreo en Venezuela

4.- En América Latina y el Caribe, la generalidad de los gobiernos han guardado silencio ante la decisión abusadora del señor Donald Trump de cerrar el espacio aéreo de Venezuela.

5.- Los gobernantes caribeños y latinoamericanos, surgidos de procesos electorales de la representativa, se han comportado como si los pueblos que dicen representar estuvieran de acuerdo con el atropello a la soberanía venezolana.

6.- Las aspiraciones democráticas de las grandes mayorías de nuestras naciones han sido utilizadas por los poderosos en forma antojadiza, caprichosa.

Críticas a la democracia representativa y sus efectos en América Latina

7.- No es verdad que las masas populares ven con buenos ojos el atropello del señor Donald Trump contra Venezuela. La prepotencia imperial tiene aliados impúdicos en la mayoría de las administraciones de por aquí.

8.- Así, por ejemplo, cómo puede el pueblo dominicano estar de acuerdo con la ofensa a los venezolanos por el señor Donald Trump, si en el pasado siglo en dos ocasiones fue intervenido por fuerzas militares de Estados Unidos.

9.- La realidad pone de manifiesto que una cosa es la sumisión del gobierno dominicano a los intereses de Washington, y otra, nuestra dignidad.

10.- Las voces de los pueblos son silenciadas, pasadas por alto, reducidas al silencio por aquellos que, calladitos, en total mudez, hacen sentir complacidos a sus amos.

11.- La realidad de los hechos está demostrando que, en su gran mayoría, los gobiernos de por aquí no son más que órganos para adulonería, lisonjas y vileza.

12.- Están haciendo falta gobernantes dignos, nobles y altivos, para que nos hagan olvidar a los bajunos, lacayos y lavacaras.

    13.- Cada vez más se confirma que la democracia representativa es una estafa política y sumamente degradada en países atrasados y dependientes.

    14.- Para saber lo que es un pueblo víctima de la representativa en el subdesarrollo, basta con tomar como ejemplo al dominicano ofendido, perjudicado y agredido en su honor.

    15.- Ante la agresión a Venezuela, el silencio cómplice de la mayoría de los gobernantes de la región evidencia su conexión con la política de los intereses monopolistas norteamericanos.

    16.- No decir nada ante el abuso ejecutado por el señor Donald Trump contra Venezuela es para agradar, poner contento, darle gusto a los que históricamente nos han burlado de manera descarada con la aprobación de la minoría nativa.