SANTO DOMINGO, República Dominicana.- En los últimos 20 años la República Dominicana ha contado con decenas tragedias similares a la de este miércoles en Villa Mella en el almacén del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese), en la Ciudad Sanitaria.
La más reciente tragedia en Villa Mella provocada por una explosión cuyas causas aún se investigan, dejó un saldo de nueve muertos y varios heridos.
Este mismo año la cuidad de Santiago se encontró en una situación similar cuando una de las ferreterías más importantes de la zona norte, la Ferretería Bellón, se ardió en llamas. Esta vez 14 personas resultaron heridas y las pérdidas fueron estimadas en más de 40 millones de pesos.
Desde 1993 hasta la fecha se han provocado al menos siete incendios de esta categoría que han dejando al menos 212 muertos.
En el 1993, 14 menores murieron asfixiados por la poca ventilación en la Casa Albergue, en Cristo Rey.
Ese mismo año, en el kilómetro 13 de la Carretera Sánchez, tres personas perdieron la vida atrapados en una habitación en la parte trasera de un colmado.
Luego en el 1995, siete jovencitas, entre 10 y 17 años, murieron carbonizadas en el Instituto Preparatorio de Villa Consuelo, debido a un corto circuito.
Entre el año 2000 y 2005 se iniciaron una serie de incendios en cárceles a través del país que le provocaron la muerte a más de 150 reclusos.
Entre ellas el incendio, del la cárcel de Higüey, considerado como el peor de la historia dominicana con un saldo de 134 muertos y 26 heridos.
En el 2006, nueve personas murieron asfixiadas por un incendio que se produjo en la discoteca Jazzys Elite Club. El negocio carecía de puertas de emergencia.
En ese mismo año, la explosión de un cilindro de gas en un pica pollo en la avenida Romulo Betancourt le provocó la muerte a tres personas, mientras otras 15 personas heridas de gravedad.
En el 2009, más de una docena de personas resultaron heridas tras la explosión en una estación de gas en Santo Domingo Este.
En muchas de estas ocasionas, los organismos de socorro no llegaron a tiempo o simplemente no contaban con los recursos necesarios para sofocar el incendio.