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Guerra y crisis impactan la tradición polaca de las velas en Día de Difuntos

La subida de precios ha tenido también un impacto significativo sobre los consumidores.

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Varsovia. – El 1 de noviembre multitud de polacos acuden a los cementerios para recordar a sus difuntos y depositar velas pero este año, con la reducción de las importaciones de parafina rusa y la crisis energética, es una tradición que cuesta un 30 % más y muchos optan por limitar el gasto.

Todos los Santos es una de las festividades más importantes en Polonia. Ese día, muchos polacos visitan las tumbas de sus allegados y las decoran con velas y con ramos de flores.

En los últimos años, el 1 de noviembre generó entre el 30 y el 45 % de las ventas anuales de la industria de las velas en Polonia, un mercado estimado en 2019 en 1.000 millones de zlotys (unos 210 millones de euros).

La tradición de Todos los Santos ayudó a los productores de velas polacos a convertirse en líderes a nivel europeo y en 2021 en torno al 41 % de las velas fabricadas en la Unión Europea (UE) procedía de Polonia.

Sin embargo, este año la crisis energética ha llevado a que los precios de los farolillos que se colocan en las tumbas se hayan disparado.

Además, la invasión rusa de Ucrania ha obligado a los productores polacos a buscar proveedores alternativos de cera de parafina, el ingrediente básico de las velas, que en gran medida se importaba de Rusia.

«Calculamos que el coste del producto final se ha incrementado en un 25-30 % en comparación con el año pasado», afirmó en declaraciones a EFE Dariusz Szlezak, presidente de Polwax, uno de los mayores productores en la industria de la parafina.

Explicó que los precios de todos los materiales han subido, desde la cera de parafina hasta el cristal y los embalajes, como lo han hecho también los costes de transporte y logísticos y los sueldos.

Polwax sólo importaba de Rusia el 20 % de los materiales, por lo que la guerra no ha afectado tanto a esta compañía como ha sido el caso de productores a menor escala.

«Todavía hay empresas [rusas] como Lukoil que no están sancionadas y que colocan pequeñas cantidades de materiales en el mercado polaco», agregó Szlezak y señaló que el cese de los suministros de Rusia ha llevado a los productores a buscar productos de parafina en otras partes del mundo, en concreto en los mercados chino y asiático.

Ya que Polwax había negociado sus contratos antes de principios de año, la compañía pudo contener hasta cierto punto la subida de precios, pero las empresas más pequeñas aguardaron hasta el último momento con la esperanza de que los materiales se abaratasen, concluye.

La subida de precios ha tenido también un impacto significativo sobre los consumidores.

«He tenido que limitar los gastos y lo cierto es que me fijo en los precios con más atención que nadie», contó a EFE Joanna Skrzypczak, que vive en la región de Silesia, al oeste de Polonia.

Piotr Pyzlak regenta una floristería cerca del cementerio Bródno en Varsovia. Según explicó a EFE, ha notado que los clientes tienden a reducir los gastos este año.

«Los precios de las velas funerarias han subido en torno a un 30 % en términos interanuales. Los clientes compran velas simbólicas, más pequeñas. Aunque todavía hay clientes que prefieren comprar farolillos de mayores dimensiones,» dijo.

Pyzlak indicó que los precios de la flor cortada también han subido como resultado de la crisis energética y de que este año la producción haya sido menor, por lo que cuestan entre un 20 y un 25 % más que en 2021.

En opinión de Skrzypczak, no obstante, la crisis puede tener un aspecto positivo ya que, según dice, en los últimos años la decoración de las tumbas se había vuelto demasiado ostentosa.

«Creo que quizá es hora de encender sólo una vela por tumba en lugar de cubrirlas con farolillos. Es una forma de ahorrar un poco y sería mejor para el medio ambiente, porque producimos un montón de basura por Todos los Santos», afirma.

«Al fin y al cabo, se trata de un símbolo que no tiene por qué ser pomposo», concluye.

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