Morelia.– Autoridades mexicanas encontraron este viernes maniatados a los siete policías indígenas que estaban secuestrados desde el martes por presuntos sicarios, en el poblado purépecha de La Cantera, del municipio de Tangamandapio, en el occidental estado de Michoacán.
Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, confirmó que hallaron a los siete indígenas alrededor de las 05:00 horas (11:00 GMT) tras un operativo en el que participaron el Ejército, la Guardia Nacional, la Guardia Civil (policía estatal) y la Fiscalía General del Estado (FGE).
“Los uniformados se encuentran en valoraciones médicas. Reiteramos nuestro compromiso de trabajar de manera conjunta con las comunidades con autogobierno siempre en el marco del respeto y la colaboración”, escribió Ramírez Bedolla en su cuenta de X.
Loa captores abandonaron a las víctimas atadas las manos y con huellas de tortura, entre la maleza cercana a la carretera estatal que une los municipios de Ecuandureo y Zamora, a 50 kilómetros de Tangamandapio.
Los siete agentes están identificados como el director de la Policía Comunal, Marco Antonio Reyes Amezcua, así como los elementos Patricia Mateo Victoriano, Luis Fernando Lucas Maravilla, Ricardo Ángel Ascencio Bravo, Brayan Javier Hernández Pablo, Israel Maravilla Juan y Oscar Martínez Cuéllar.
La Fiscalía informó que un numeroso grupo de sicarios los sorprendió el martes, cuando a bordo de dos vehículos patrullaban caminos rurales de La Cantera.
Las unidades de los agentes quedaron abandonadas en una montaña, por lo que pobladores de La Cantera bloquearon carreteras e incendiaron cinco vehículos de pasajeros y de carga, a manera de presión hacia las autoridades federales y estatales.
Este viernes continúa un operativo policial-militar en el occidente de Michoacán en busca del grupo de sicarios que también robó las armas de cargo, rifles y pistolas de los agentes.
En esta región michoacana operan los grupos del narcotráfico autodenominados como Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Carteles Unidos (con su brazo armado de Los Viagras) y Los Caballeros Templarios.
Estas organizaciones del crimen organizado buscan ingresar a los poblados purépechas para intentar establecer laboratorios de droga y campamentos de sicarios en zonas boscosas estratégicas.