BEIRUT.- El grupo chií libanés Hizbulá reivindicó hoy once ataques contra diferentes posiciones militares en el norte de Israel, en una nueva jornada de intercambio de fuego en la que el Ejército israelí también bombardeó sitios de la agrupación en el sur del Líbano.
El grupo armado, aliado de Irán, dijo en una serie de comunicados que atacó «reuniones de soldados» israelíes en las localidades de Ramya y Metula, unas acciones que fueron llevadas a cabo con «armas adecuadas» no especificadas y que, según Hizbulá, provocaron bajas.
El movimiento chií intensificó sus ataques por la tarde, cuando lanzó cohetes guiados contra un «despliegue de soldados» en las granjas de Chebaa, una área disputada ocupada por Israel, y contra el «cuartel general a la Tercera Brigada de Infantería en la División 91» del Ejército israelí, según otro comunicado.
Asimismo, la formación de Hasán Nasrala anunció la muerte de un combatiente, identificado como Hassan Kamal Sorour, sin especificar dónde ni cómo falleció.
Por su parte, el Ejército israelí afirmó hoy que sus aviones de combate atacaron objetivos de Hizbulá en el sur del Líbano, entre ellos «centros de mando» del grupo chií.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha advertido de que Israel tomará medidas contra Hizbulá en el Líbano cuando aminore su ofensiva en Gaza, con el objetivo de alejar al grupo libanés del área fronteriza y evitar ataques a corta distancia.
Desde el pasado 8 de octubre, un día después del inicio de la guerra en Gaza, Hizbulá e Israel han estado enzarzados en intenso fuego cruzado a través de la divisoria entre ambos países, que no registraba unas hostilidades tan graves desde 2006.
Consultada por EFE, la oficina de medios de Hizbulá dijo que, desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre, 82 miembros del movimiento chií han muerto por el fuego cruzado en el sur del Líbano, mientras que otros diez han perdido la vida en Siria.
En poco más de dos meses, el estallido de violencia entre las partes obligó a más de 55.000 personas a abandonar sus hogares en el sur del Líbano, además de provocar decenas de muertos, cerca de 300 heridos e importantes daños materiales solo en ese lado de la frontera.
