La manera de debatir entre las derechas “oficialistas” y “opositoras” -todas pro-imperialistas, neoliberales y conservadoras- pone de relieve sus deficientes condiciones ético-morales en relación con la verdad comprobada y también su tremenda vocación simuladora.
Esta vez la discusión ha sido sobre el fideicomiso de Punta Catalina y las privatizaciones, asumiendo sus protagonistas aquello del “conejo diciéndole al burro orejú” y obviando sus respectivas culpas a lo largo del periodo de enajenación del patrimonio público y natural de la nación a favor del gran capital privado, en la etapa post tiranía.
Ahora me limitaré a tratar el tema alrededor del pronunciamiento complacientemente comentado por los medios comerciales en el que el portavoz presidencial Homero Figueroa le enrostra con razón a los gobiernos del PLD sus privatizaciones, mientras obvia las del gobierno de Hipólito Mejía y silencia las que en la actualidad impone el régimen Abinader-PRM-Vicini; al tiempo que tergiversa el carácter de las decisiones del Poder Ejecutivo respecto a la recompra de las acciones de PDVESA en REFIDOM y los resultados de de las negociaciones respecto al repudiado PEAJE SOMBRA correspondiente a la Autovía del Nordeste y al Bulevar del Atlántico.
· HECHOS DE PARTE Y PARTE, SILENCIOS Y FALSIFICACIONES MEDIÁTICAS.
LA VOZ PALACIEGA DEL PRESIDENTE intervino en ese debate enumerando una buena parte de las nefastas privatizaciones a los gobiernos peledeistas (CEA, CORDE, CDE…) y ocultó las que está implementando el gobierno actual a través de numerosos fidiecomisos y APPS: puertos, aeropuertos, polos turísticos, autovías, presas y fuentes de agua.
HOMERO FIGUEROA -impenitente neoliberal y militante de la POSTVERDAD (que es la manera postmoderna de mentir)- al hablar de culpas en privatizaciones ocultó incluso dos de las más monumentales y bochornosas, la del Puerto de Manzanillo, intervenido además por Comando Sur del Pentágono; y la que se intentó, generando un enorme rechazo, con el pretendido Fideicomiso de Punta Catalina.
HOMERO empleó medias verdades para tratar de engañar: realmente el acuerdo negociado sobre fideicomiso Autopista Nordeste y Bulevar del Atlántico es otra estafa agregada a la gran estafa que implicó su presentación, aprobación, implementación y gestión durante los Gobiernos de Leonel, Hipólito y Danilo.
Ahora olímpicamente Abinader garantizó la impunidad del robo de 800 millones dólares que implicó su vigencia y se les regaló otros de 410 a la empresa beneficiaria de los fraudes al Estado dominicano; en vez de rescindir el contrato, demandar y procesar los presidentes, ministros y la corporación involucrados en la estafa, con todas las de ganar.
Por otra parte, HOMERO FIGUEROA, vocero de Abinader, mintió descaradamente al presentar la recompra de acciones a Venezuela como desprivatización a cargo de un gobernante defensor del patrimonio público. REFIDOMSA, en tanto interestatal luego del acuerdo entre los gobiernos de Venezuela y RD venezolano, fue obstruida financieramente por EEUU, en lo quedado no puede ser calificado de otra manera que una pérfida represalia.
Una asociación interestatal mutuamente ventajosa como la concertada entre la solidaria VENEZUELA-PDVESA Y RD-REFIDOM –boicoteada poco después de firmado el traspaso de acciones mediante abusivos embargos, obstrucciones financieras y sanciones de EEUU a ambas partes- no equivale a una privatización de recursos públicos. Tampoco la recompra a una Venezuela ignominiosamente bloqueada por EEUU puede ser presentada como una desprivatización de una propiedad social. HOMERO FIGUEROA MIENTIÓ y ocultó informaciones con la anuencia de Abinader.
En adición a todo esto, la operación de recompra de acciones de PDVSA a REFIDOMSA tiene oscuridades no aclaradas dada la participación del Grupo Risek, que puso inicialmente el dinero y todavía no se sabe que pasó después, ni cual fue el acuerdo Risek-Abinader. ¿Se debe? ¿Se pagó? ¿En efectivo o acciones? Abinader y Jochy Vicente, Ministro de Hacienda, neoliberales también, han ocultado la información.
· PREGUNTAS DEFINITIVAMENTE FUÑONAS.
Pero eso no es todo. A lo expuesto hay que agregarle estas preguntas definitivamente fuñonas:
¿Porqué HOMERO FIGUEROA oculta que las privatizaciones peledeistas en sector eléctrico favorecieron a VICINI, AES, GONZALEZ BUNSTER-COGENTRIX, ahora protegidos y asociados políticamente al presidente Abinader.
¿Por qué Macarrulla es intocable pese denuncias corrupción impune en caso NUEVA VICTORIA?
¿Dónde está el TESLA eléctrico del presidente? ¿A qué se debió tan graciosa y valiosa publicidad en su toma de posesión?
¿Por qué no se toca el contrato que privatizó gratuitamente San Souci, la Marina, humedales del Ozama y áreas del Malecón?
¿Porqué no hay reacción oficial ante la estafa Bonetti-Fantasma en Antena Latina?
Definitivamente la transparencia del «cambio» se oscurece cuando se trata de conflictos de intereses y de la manera de privatizar cargos públicos, gabinetes y gestión gubernamental, facilitando tráfico de influencia y privatizaciones a favor de grandes capitalistas de aquí y de más allá.
El silencio en casos así es una recomendación de M. DE VENGOECHEA que sabe practicar HOMERO.
Y en cuanto a aquello del Conejo, el Burro y sus respectivas orejas, falta precisar quiénes se asumen como burros y quienes como conejos.
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