El INDRHI trabaja en el acondicionamiento del canal Fernando Valerio, que tiene una longitud de 27 kilómetros.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “República Dominicana es el único país en América Latina que ha implementado en todas sus dimensiones la gobernanza del riego”, aseguró el director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Frank Rodríguez.
El funcionario dijo que esa gobernanza tiene entre sus ejes fundamentales la descentralización de las actividades gubernamentales de prestación de servicios de suministro de agua, lo que implicó por parte del INDRHI delegar mayor participación de los usuarios en las actividades administrativas de manejo y operación de los sistemas de abastecimiento de agua para la agricultura.
“Esta política fue orientada en la organización y capacitación de los usuarios a fin de habilitarlos para asumir la responsabilidad de administrar, conservar y operar los canales de riego”, sostuvo.
Destacó que el primer paso hacia la delegación de poder fue la desconcentración operativa con la formación de los Distritos de Riego, los cuales se responsabilizaron de las tareas de mantenimiento de la infraestructura de riego y el manejo del agua en una jurisdicción determinada.
Posteriormente, expuso, se hizo la transferencia de los sistemas de riego a los usuarios, quienes previamente se organizaron en Juntas de Regantes para ejecutar las actividades que antes realizaba un organismo estatal, lo cual significó un paso de avance.
Rodríguez enumeró entre los resultados de la transferencia de la administración de los sistemas de riego a los usuarios la reducción de conflictos por el uso del agua y de la “delincuencia” a nivel de las compuertas, la ausencia de la influencia política en la asignación de agua, exenciones económicas u otros privilegios, y la eliminación del soborno.
Dijo que también se ha experimentado la independencia de las Juntas de Regantes en materia económica, al fijar sus propias tarifas, cobrarlas y decidir en qué invierten los recursos que manejan.
El funcionario subrayó que la gobernanza debe ser entendida en siete dimensiones. Enumeró la dimensión geográfica, mediante la cual a cada organización de regantes corresponde un área de la superficie bajo riego, y la funcional, que apunta a la observación de que las capacidades de toma de decisiones que fueron previamente reservadas para agencias en un plano más alto, están siendo devueltas a agentes en un plano más bajo.
Las otras dimensiones son la distribución de los recursos, los intereses vinculados con el uso del agua, las estructuras normativas para organizar y ejecutar la gestión del agua; la toma de decisiones y, finalmente, la implementación de la política de riego.
“Hay que destacar que la delegación de autoridad, de responsabilidades, progresivamente ha repercutido en la consolidación de la democracia en la zona rural, en la participación efectiva de los usuarios de riego en el crecimiento económico del país y, lo que es fundamental, en el establecimiento de una paz social que permita el desarrollo de las familias dominicanas que habitan el medio rural, como son las aspiraciones del presidente Leonel Fernández”, concluyó el director del INDRHI.
