Jerusalén.- Israel y Alemania apelaron hoy al cese inmediato de los combates entre Rusia y Ucrania, e instaron a la vía diplomática para poner fin a la guerra en una rueda de prensa conjunta en Jerusalén entre el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro israelí, Naftali Benet.
«Estamos muy preocupados por el desarrollo del conflicto», declaró Sholz, en su primera visita como canciller a Israel, en la que llamó «a acabar con los combates» y aseguró que «ahora es la oportunidad de la diplomacia».
El alemán se mostró optimista con que «las conversaciones entre Rusia y Ucrania continúen» hoy, ya que «cada día que pasa esta guerra conduce a la destrucción y la muerte de civiles».
Ante ello, reafirmó que ni Alemania ni los países de la OTAN se plantean una intervención militar, aunque destacó que la estrategia de sanciones contra Rusia ya comienza a surtir efecto.
«Nuestra posición es clara. No actuaremos militarmente», pero «apoyamos a Ucrania», indicó el canciller de Alemania, país que sí ha enviado ayuda militar a Ucrania, mientras que Israel solo ha optado por la ayuda humanitaria.
El primer ministro israelí apeló a «hacer todo lo posible para detener el derramamiento de sangre y a trasladar el campo de batalla a la mesa de negociación».
«Pedimos un alto el fuego inmediato en Ucrania y empatizamos con los ciudadanos que corren un peligro considerable», añadió Benet, quien enfatizó que la postura israelí ante el conflicto «es mesurada y responsable».
Israel ha condenado la invasión rusa y apoya la soberanía de Ucrania, pero mantiene una postura más bien laxa hacia Rusia por su alianza estratégica con Moscú, que permite a Israel bombardear posiciones de Irán y de sus aliados en Siria.
Scholz, por otro lado, destacó «el gran peligro» de la situación actual, «una guerra abierta entre el país más grande del mundo, que es una superpotencia nuclear, Rusia, y el país más extenso de Europa, Ucrania».
Asimismo, lamentó las consecuencias humanas del conflicto, que ha generado un éxodo de más de 670.000 ucranianos.
«Muchos refugiados están llegando a Europa, la UE y Alemania. Esto aumentará con una mayor escalada del conflicto; por eso necesitamos que las negociaciones continúen. Cada día que pasa, en la guerra mueren más civiles», lamentó el canciller germano.