Entre los documentos desclasificados recientemente por la CIA figura el numero 104-10214-10034; un dossier de 64 páginas, que confirma la orquestación por esa agencia del plan para matar a Trujillo y controlar posteriormente la situación de nuestro país al inicio de la década de 1960.
Esto confirma algo muy conocido y denunciado, aunque no con todos los detalles y versiones propias de la CIA, ofrecidas en esta oportunidad por ella.
Confirma, además, las personas del país seleccionadas para ese plan, cuya participación en ese complot, en la mayoría de los casos, es muy conocida; así como su condición de agentes y colaboradores de la CIA, o de militares y civiles serviles al imperialismo estadounidense.
Me refiero a los Severo Cabral, Andrés Freites, Juan Tomás Díaz, José Rene Román, Antonio de la Maza, Donald Reid Cabral, Antonio Imbert Barreras, Luis Amiama Tió, Jordi Brossa, Gianni Vicini (y el Grupo Vicini, como tal). En ese conjunto se incluye también a un tal Luis Zaqueiro, alguien no tan conocido.
A una parte de ellos, la propia CIA, le atribuye motivos personales, actitudes vengativas y cero vocaciones democráticas, lo que también se le puede atribuir a esa agencia estadounidense por su condición de organización intervencionista, promotora de golpes antidemocráticos y de numerosos y variados crímenes.
La CIA publica además los chismes y perversidades contenidos en un informe de los asesinos del SIM trujillista,
Nada de esto le resta méritos en cuanto a valor personal a quienes se atrevieron a ajusticiar al tirano, ni al hecho en sí. A una parte le costó la vida y a otros cárcel y torturas, lo que provocó justa indignación y merecido reconocimientos.
Pero a la vez, la instrumentalización y manipulación de plan a ejecutar por la CIA y lo que se perseguía y lograron las EEUU y las derechas dominicanas, no se debe obviar.
• IMBERT, LOS VICINI… Y LOS REALES MOTIVOS DEL PLAN.
En cuanto a la valoración de los motivos políticos de los protagonistas de la operación del 30 de mayo, la propia CIA– luego de asumir versiones de resentimientos y venganzas- trató de proteger a sus aliados más entreguistas y más sistémicos respecto al orden imperialista, sembrando la idea de que “no se conoce con certeza la motivación de figuras como Jordi Brossa, Juan Vicini, Severo Cabral, Amiama Tío y Antonio Imbert”.
Antonio Imbert Barreras mostró su verdadero rostro de agente de la intervención estadounidense cuando en 1965 encabezó el Gobierno de Reconstrucción Nacional al servicio de las tropas yanqui y sus genocidios.
Los Vicini son un poderoso grupo empresarial asociado a las fuerzas ultra conservadoras del poder imperialista estadounidense, con un fuerte lobby en Washington y una alta gravitación sobre el poder dependiente impuesto a República Dominicana.
Los Vicini, tutelaron el Consejo de Estado y el Triunvirato, asumieron el golpe de estado contra Bosch y la Constitución del 63 y luego gravitaron fuertemente sobre el PRSC, PRD y PLD, cooptaron a Leonel Fernández y determinaron el ascenso de Luis Abinader-PRM y le garantizaron el apoyo de Trump y de Pompeo, para co-gobernar con él.
Otros de los protegidos también apoyaron el golpe, el Triunvirato, el Gobierno de Reconstrucción y la invasión estadounidense de 1965, llama la atención que en esa parte del dossier NO se menciona a Tunti Cáceres, ni a Marcelino Vélez Santana, ni a otros participantes auténticamente anti trujillistas y no serviles a EEUU.
Algo nuevo en ese documento es la lista de sus agentes radicados en ese periodo en la Embajada de EEUU en nuestro país y sus relaciones directas con el grupo de dominicanos participantes en ese plan, con la excepción de Lorenzo D. Berry y su esposa (caso Wimpy) y su conocido rol en el suministro de armas; caso denunciado muchas veces y, por tanto, muy conocido.
Otras revelaciones importantes son los contactos de los Vicini y Donald Read Cabral con altos funcionarios de la CIA en los EEUU.
Pero en ese documento desclasificado, la agencia estadounidense no dice ni los motivos reales ni los propósitos políticos de EEUU en ese periodo, presentándose como partidaria de una RD “libre y democrática”.
La CIA, que es una agencia asesina, decidió eliminar a uno de sus tiranos genocidas preferidos, quien años atrás fue escogido para organizar y dirigir la guardia nacional durante la intervención de 1916 al 1924 y para dar el golpe de estado de 1930 y establecer un régimen tiránico; el cual fue apoyado por EEUU durante 30 años.
Las razones y los propósitos imperialistas para eliminar la cabeza de la tiranía 30 años después, pueden resumirse así:
1) El régimen de Trujillo, luego de la expedición de junio de 1959 y de la resistencia clandestina del IJ4 y la cruel represión en su contra, estaba en estado agónico.
2) Después del triunfo de la revolución cubana, EEUU decidió impedir a cualquier precio otra revolución popular en El Caribe.
3) Y se propuso salir de Trujillo, para con otros tipos de aliados oligárquicos, montar un régimen de transición bajo su control e imponer una opción gubernamental a cargo de las derechas pro-imperialistas.
Cierto que el golpe militar a cargo de José René Román le falló por las conocidas razones que la CIA ahora reitera oficialmente en el referido dossier.
Pero la verdad es que un poco después del ajusticiamiento del tirano, EEUU logró su propósito político inmediato con el desplazamiento de Balaguer, repudiado como sucesor de Trujillo, y su reemplazo por el Consejo de Estado; integrado por no pocos de los participantes en el ajusticiamiento del tirano, con una fuerte influencia del Grupo Vicini y de otros componentes de la oligarquía lacaya, sustentadora de la Unión Cívica Nacional.
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