REDACCIÓN.- En el Museo Nacional de las Culturas del Mundo se abrió el telón para dar la bienvenida a la presentación estelar de la muestra Lentejuelas en la noche: bataclanas, rumberas y exóticas. Su propósito es las nuevas generaciones conozcan, entre luces, música y ambientación, parte de la oferta de los espectáculos nocturnos que había en la Ciudad de México en la primera mitad del siglo pasado.
Carla Peniche, subdirectora técnica del recinto, explica en entrevista con MILENIO que la exposición es resultado de una investigación de profesores e investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Los visitantes podrán conocer no solo testimonios del pasado de primera mano, sino hasta bailar en un escenario que recrea una época que, merced a su relajamiento, le valió a la capital del país ser reconocida como “la ciudad del pecado”.
Al ingresar a la muestra, dice Peniche, los visitantes “verán el mapa del pecado. En ese mapa, que corresponde a los años 40, podrán identificar todos los prostíbulos y salones de baile que existían en esa época. Se van a dar cuenta cómo hubo lugares donde nosotros no nos imaginamos que existían. Actualmente hay pocos salones de baile”, indica. Asomarse por la mirilla al público curioso le encantará asomarse por la mirilla para descubrir la recreación de un camerino utilizado por las rumberas, bataclanas y bailarinas exóticas, o ser parte del escenario de un cabaret y hasta ver de cerca una partitura de Agustín Lara.
La funcionaria señala que “la muestra tiene varios núcleos temáticos que abordan la vida nocturna, la vida en el cabaret y el cambio de los años 20 a los 60. En este caso la exposición está compuesta por fotografías, en su mayoría de la Fototeca Nacional.
También tiene varios objetos de coleccionistas particulares y una sección dedicada al cine de esa época”. Visitantes como la señora Nora Sevilla consideran que la muestra resulta muy interesante, porque permite ver “cómo era la vida nocturna de antes en la ciudad”. En tanto que a la joven Mireya Ortiz le sorprende la recreación del cabaret, su escenario y los vestuarios.
Lentejuelas en la noche se podrá visitar hasta el mes de marzo del próximo año, en Moneda 13, Centro Histórico. TRES CLASES BATACLANAS Eran las mujeres que cantaban o bailaban en los cabarets de baja categoría. La palabra surgió tras la llegada a Buenos Aires de una compañía parisina llamada Bataclan.
RUMBERAS Así se conocía a las bailarinas de ritmos afrocubanos que se vestían con olanes, faldas vaporosas y a veces tocados de frutas. Establecieron su imperio la llamada época de oro del cine. EXÓTICAS También eran bailarinas de cabaret, pero de ritmos tahitianos y hawaianos, considerados exóticos.
Se identificaban por sus vestuarios con pieles.
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