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Batalla Electoral 2024

La columna de Miguel Guerrero

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Miguel Guerrero.

Aunque no lo admitiría jamás, el candidato del oficialismo, Danilo Medina, no debió quedar muy a gusto con el discurso pronunciado el domingo por el presidente Fernández, en el marco de una actividad proselitista convocada para explicarle al país lo que de antemano sabía y ha estado sufriendo. Si bien es cierto que el mandatario despejó toda duda alrededor de su apoyo al candidato, la comparecencia presidencial quedó sólo como otra extensa letanía, sin ofrecer respuestas a las expectativas nacionales y a las demandas de amplios sectores de la población, que este mismo mes produjeron una paralización casi total de las actividades por todo un día. Si la propuesta del presidente de organizar la campaña de su partido sobre la base de recordarle al país la gestión del candidato del PRD, ignorando las graves dificultades actuales, le impone el tono y el contenido del discurso del candidato, le será  muy difícil a éste y al PLD, aunque no imposible, preservar el poder por más que los hechos puedan darle la razón al presidente en cuanto a la valoración de ese periodo. Además, siete años deben ser suficientes para dejar atrás el pasado. Con todo el esfuerzo retórico del señor Fernández para reivindicar sus logros, su apoyo políticamente obligado a Medina le hace  al candidato co-partícipe  tanto de los mismos como de sus yerros, los cuales probablemente tendrán mucho peso en las decisiones de los electores. Lo que sí podría hacer efectivo en el ánimo de quienes voten el año próximo el recuerdo del pasado perredeista, en los términos planteados por el líder del PLD, sería una eventual resistencia del candidato opositor a ofrecerle al país un entorno distinto, insistiendo en seguir rodeándose de momias políticas negadas a echarse a un lado para dejarle el espacio a una nueva generación  de votantes que, de acuerdo con las encuestas, favorecen su regreso al poder.

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