SANTO DOMINGO.- La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), en su Carta Pastoral titulada “San José, custodio del Redentor y modelo del creyente”, invita a la feligresía a imitar a San José para contrarrestar las pandemias de la mentira, la violencia, el afán del dinero y el hedonismo que amenazan a los pueblos.
Los obispos realizan una analogía con la pandemia del covid-19 y señalan que la pandemia de la mentira, a través de diferentes medios, “bombardea nuestros hogares presentando normas, costumbres y modelos de vida contrarios” a los valores, donde “nuestros niños y jóvenes muchas veces son víctimas de agentes que difunden falsas doctrinas”, de acuerdo a un documento publicado con motivo de la solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia.
En ese sentido explican que, en una sociedad marcada por la violencia psicológica, verbal y física hacia la mujer, presentan a San José como “modelo de respeto hacia su esposa, la protegió, cuidó de ella y del hijo”, y exhortan a “imitarle en sus virtudes de fe, confianza, amor, entrega, sacrificio, ternura y docilidad”.
El Episcopado expresa que “necesitamos” personas de corazones pacíficos que protejan a “nuestras familias”, como San José, ante las diversas manifestaciones de la pandemia de la violencia: maltrato a la niñez, burlas y acosos entre alumnos (bullying), vandalismos, peleas callejeras, trata de personas, terrorismo, armamentismo, entre otras.
En otro orden, sobre el afán del dinero como pandemia, los prelados invitan al pueblo dominicano a mantener la unidad de la familia en las situaciones de precariedad, ya que la “respuesta no está en el dinero, sino en el Dios providente”, por tanto “la unidad familiar, a imagen de la Trinidad, no debería romperse bajo ningún concepto”, afirman los obispos.
El Episcopado en su carta pastoral también reflexiona que la Iglesia está ante una nueva era que requiere de una respuesta apropiada: una nueva evangelización que debe ser “nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión”, tal como lo indicó San Juan Pablo II.
Al tiempo que señalan: “el verdadero drama de nuestro siglo es el vacío de Dios en el alma de tantos pueblos y la verdadera pandemia que nos aqueja es la anemia espiritual”. Por lo que afirman con preocupación, que “nuestro país vive bajo la influencia de una sociedad neopagana, marcada por la cultura de la muerte, que tiene como objetivo la destrucción de la familia”.
De igual modo, expresan el regocijo con “los padres y madres de familia, y también con los hijos e hijas que, en nuestro país y en el mundo, son auténtico reflejo de la Sagrada Familia de Nazaret”, asimismo exhortan a fijar la mirada en San José, quien “continúa siendo el protector fiel de la Iglesia, de la familia cristiana y un modelo de vida para solteros y casados”.