Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hoy quiero hablarles de algo que me preocupa, que esta sucediendo en nuestra bella Republica Dominicana y también en muchos países alrededor del mundo. Quiero hablarle de los niños, de las niñas y niños que serán los que tomaran nuestros lugares el día de mañana, porque creámoslo o no un día nosotros pasaremos de este mundo a la presencia de Dios, a vivir una vida eterna, y van a ser los niños de hoy los que tendrán que enfrentarse a la vida y al mundo mañana.
Mucho me preocupa cuando veo que muchos niños deambulan por las calles desamparados, que en vez de estar estudiando y preparándose para el futuro están vendiendo algo, limpiando cristales de los autos en las esquinas, limpiando zapatos, pidiendo dinero o buscando algo para llevarse. Pero no podemos culparles a ellos, es el ambiente en que han sido criados, es mas la culpa de sus padres que los obligan a salir diariamente a buscar unos cuantos cheles a la calle sin darse cuenta que lo se ponga en los primeros años de la vida de esas criaturas quedará en ellos hasta más allá de la muerte.
Tenemos que recordar que lo que se les dé a los niños de hoy, es lo que ellos van a dar a la sociedad cuando sean los hombres del mañana. Si los padres se preocupan por educar a los niños, no será luego necesario hacer más cárceles o agrandar las ya hechas, porque no va a ser falta castigar a los hombres.
Hace un tiempo me dijo un psicólogo unas palabras que todavía bien recuerdo y fueron estas: “Dame los primeros siete años de la vida de un niño, y yo te diré lo que será el día de mañana”, esto es muy cierto, pues es en esos primeros años donde se forja la personalidad y los valores de los niños. Recordemos que los niños no tienen ni pasado ni futuro, eso se lo labramos nosotros, por eso ellos viven el presente, cosa que rara vez nos ocurre a los adultos. Por eso el futuro de los niños depende mucho del presente que vivan.
Si todos siguiéramos siendo niños no habría guerras, porque los niños son las personas mas sabias del mundo, sólo que sin malicia. Por eso no todo está perdido cuando se puede ver en el rostro de un niño su magnífica inocencia. Hay que recordar que lo que se aprende desde la cuna y en los primeros años de vida, perdura para siempre.
Hay algo que escribió el pintor Donald Zolan que dice así: “Me gustaría que todos los niños alrededor del mundo, pudieran vivir el tipo de infancia alegre, segura y feliz. Una infancia llena de amor, besos y abrazos, una infancia libre de temor y de miseria, una infancia donde los niños puedan expresarse en su individualidad, una infancia donde los niños puedan ser niños. Cada paso que se tome acercándonos a estos objetivos nos hacen mejores personas”.
Termino con este pedazo del Evangelio de San Mateo, Capitulo 18, Versículos del 2 al 4 que dicen así: “Jesús llamo a un niño, lo puso en medio y dijo: “Les aseguro que si no cambian y se hacen como este niño, no entraran en el Reino de Dios; o sea, que cualquiera que se haga tan poca cosa como el niño esté, ése es el más grande en el Reino de Dios”.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.