Este 30 de mayo es el día de la libertad, consagrado en honor a los héroes de la gesta que puso fin a la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo que durante 31 años domino la escena nacional con muertes, torturas y un avasallante poder absoluto.
Fuera de los tradicionales actos conmemorativos de lo que en la historia se conoce como el ajusticiamiento de Trujillo, la fecha debe ser motivo de reflexión para valorar y defender la libertad y la democracia logradas tras esa gesta patriótica.
¿Cómo pueden las nuevas generaciones valorar esa libertad sin conocer en detalle la barbarie de la tiranía trujillista y todos los peligros, sacrificios y esfuerzos realizados por héroes conocidos o anónimos que lucharon para lograr su caída?
Los partidos políticos, la sociedad civil, la educación pública y privada y todas las organizaciones interesadas en fortalecer la libertad y la democracia deben contribuir a ese objetivo en favor de la institucionalidad, la paz social y el estado de derecho.
En resumen, la libertad es un valor fundamental y a diario la practicamos a través de la libertad de expresión, el libre juego de las ideas y la libertad informativa que es un eje vital para el ejercicio democrático. Todos sin excepción estamos obligados a preservarlo, pero sin excesos y siempre sujetos a la ley y la prudencia.