La “propuesta” de Miguel Vargas al sector mayoritario (más del 80 %) que encabeza Hipólito Mejía, además de irrespetuosa e inaceptable, porque burla los preceptos legales establecidos en los estatutos del PRD y en la Constitución de la República, es una muestra más del nivel de degradación y la podredumbre que ha alcanzado la actividad política en nuestro país.
Vargas Maldonado lo quiere todo. Pero sin ganárselo. Sin consultar, mediante una convención, a las bases del partido. Que le entreguen la candidatura presidencial, base para cualquier otra negociación, el 50 de las candidaturas y que le permitan la presidencia del PRD hasta agosto del 2014. El 30%, para Hipólito y el restante 20% para Luis Abinader y las demás fuerzas. ¡Descarado!
Este es el hombre que hasta hace unos días mantenía un discurso de “respeto a la institucionalidad del partido y los estatutos”. Ahora habla de violación flagrante a los estatutos y la Constitución, que consagran el derecho a elegir y ser elegido de los militantes de los partidos y de todos los ciudadanos.
(No debe sorprender que un abogado, constitucionalista, travesti político, sea promotor de esta monstruosidad jurídica que pretende enajenar los derechos de los ciudadanos para favorecer a un vil traidor)
Como he dicho en múltiples ocasiones, al sector minoritario del señor Vargas Maldonado, nunca le ha interesado un acuerdo respetando los estatutos; quería ganar tiempo para sumergir al PRD en una crisis insalvable que le impidiera hacer oposición y ser una opción de poder en el 2016. La misión encomendada a Vargas es destruir al PRD para que el PLD consolide su proyecto estratégico de partido único que impida que los corruptos vayan a la cárcel.
Lo que está en juego, también lo he dicho, no es el PRD, lo que está en juego es el sistema de partidos, es la democracia, son los valores que le dieron origen a esta nación. Pero los tarados, tanto de un sector del PRD, como de fuerzas populares, incluso de izquierda, no lo perciben.
Miguel y sus lacayos no son más que instrumentos malditos de una estrategia perversa de continuidad en el poder de la estructura orgánica mafiosa del PLD que encabeza Leonel.
Algunas personas dicen que “Miguel está loco”, que su “propuesta es una locura”, que “perdió la cabeza”. Y no es así. Y no es verdad. Miguel está cuerdo, sabe perfectamente lo que está haciendo y por qué lo está haciendo. Como lo sabe el “constitucionalista”, el “juez”, el “ingeniero”, el “locutor” y el “periodista”. Todos forman parte de la trama contra el PRD para garantizar que Leonel vuelva al poder junto con Félix Bautista, Víctor Díaz Rúa y compartes. (¡Ese si es un gran negocio!)
Miguel se quedará con las siglas del PRD. Es una promesa del PLD. Se quedará con el nombre aunque no le aporte muchos votos, pero será suficiente para la derrota del PRD en las elecciones del 16.
Es por eso que el sector mayoritario que encabeza Hipólito Mejía, al rechazar las pretensiones de Miguel, como en efecto, tiene que elaborar un plan de acción que incluya la realización de la convención, elección de las nuevas autoridades, llamar a la formación de un frente opositor amplio que no discrimine. Continuar hablando y “negociando” con Miguel no tiene sentido. Ese cadáver político hay que dejarlo que se pudra en la morgue de la vergüenza y del olvido, junto con sus lacayos pervertidos.