SANTO DOMINGO.- El gobierno ha presentado una nueva iniciativa que busca eliminar el anticipo fiscal para las microempresas y personas físicas, en un intento por aliviar la carga tributaria sobre estos sectores vulnerables de la economía.
La propuesta, de acuerdo con el Gobierno, se enmarca dentro de un paquete de reformas fiscales que pretende fomentar el crecimiento y la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES).
El proyecto contempla una simplificación tributaria, el anticipo se reducirá de 100% a 40% para las pequeñas empresas y de 100% a 60% para las medianas.
La medida se argumenta como una respuesta a las dificultades financieras que enfrentan muchas microempresas y trabajadores independientes, quienes a menudo se ven presionados por la obligación de realizar pagos anticipados de impuestos.
El anticipo fiscal se realiza en pagos trimestrales. Esto significa que las empresas deben hacer pagos anticipados durante el año fiscal, generalmente en los meses de abril, julio, octubre y enero.
Los pagos realizados como anticipo se consideran como un abono a la obligación fiscal total que tendrá la empresa al presentar su declaración jurada de ISR al final del año. Esto significa que se restará del total a pagar una vez que se complete la declaración anual.
Al final del año fiscal, las empresas presentan su declaración jurada, donde se determina el impuesto final a pagar. Si el total de anticipos pagados excede la obligación tributaria, la empresa puede recibir un reembolso o acreditar el excedente para el siguiente año.
El gobierno pretende con esta medida, fomentar el emprendimiento, al exonerar el pago del impuesto sobre la renta por los primeros tres años de operación de las nuevas micro y pequeñas empresas.
En la República Dominicana, el pago del anticipo fiscal se refiere a una obligación tributaria que deben cumplir las empresas y personas físicas en relación con el Impuesto Sobre la Renta (ISR), en caso de aprobarse la reforma fiscal, este requisito será eliminando.
Las empresas tienen que pagar por adelanto un impuesto sobre la proyección de las ganancias que tendrían en el año siguiente, tomando como punto de partida los ingresos del año anterior.
Mientras que algunas organizaciones empresariales han expresado su apoyo a la propuesta, destacando que la eliminación del anticipo fiscal podría incentivar la formalización de muchos negocios informales y ayudar a mejorar su competitividad.
Sin embargo, también hay preocupaciones sobre cómo se implementará esta medida y si se verán reflejados los beneficios en el corto plazo.
El anticipo se calcula en función de los ingresos del año anterior. Las empresas deben proyectar sus ganancias para el año siguiente, y el anticipo se basa en esa proyección.
Las pequeñas y medianas empresas suelen tener un porcentaje establecido que deben pagar como anticipo. Este porcentaje puede variar, pero típicamente es un porcentaje de la proyección de ganancias.