Lisandro Macarrulla tuitea y es noticia.
Hombre de poco hablar, fue víctima de cierta forma de hacer negocios, habitual en la maleada cultura empresarial dominicana, que implica sobrecostos conocidos que no son incompatibles con la honestidad individual y que si lo fuera medio país terminaría procesado judicialmente. Pasado presidente del CONEP, de bajísimo perfil en su vida personal, con exitosa carrera empresarial, alcanzó una función como ministro de la Presidencia por su cercanía al presidente Abinader, distinto a otros que siempre ansían sacrificarse en puestos gubernamentales hasta honoríficamente.
“Mi experiencia de 50 años como gestor me indica que, cuando una organización es infuncional por estar mal estructurada, requiere de un liderazgo sólido, confiable y competente”, posteó. “Ese liderazgo sólido, competente y confiable debe orientarse a los cambios estructurales de la organización, para que no sea necesario otro ‘mesías’ en el futuro y que la organización funcione con sus organismos de gobierno eficientes, funcionales y comprometidos”. Sin ello, “no habrá resultados satisfactorios”.
Ignoro a qué alude, pero luce tremendo corrientazo o tema partidario.