El arribo de Hegseth coincide con un contundente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, acompañado de recientes bombardeos a embarcaciones señaladas como vinculadas al narcotráfico operaciones que, según fuentes, han dejado más de 80 muertos.
Santo Domingo.- Este miércoles arribará al país el alto funcionario estadounidense Pete Hegseth, en medio de un contexto tenso en la región caribeña, con el fin de reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.
Según autoridades dominicanas, su visita anunciada previamente por el mandatario local Luis Abinader incluirá temas como la protección, la estabilidad y la seguridad continental.
El arribo de Hegseth coincide con un contundente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, acompañado de recientes bombardeos a embarcaciones señaladas como vinculadas al narcotráfico operaciones que, según fuentes, han dejado más de 80 muertos.
Por su parte, en Venezuela el presidente Nicolás Maduro reaccionó con fuerza: declaró que su país atraviesa una coyuntura decisiva para su existencia como república y advirtió que está prohibido fallar en la defensa nacional frente a lo que consideró amenazas provenientes de Washington.
Durante una marcha en Caracas, exhibió la espada del libertador Simón Bolívar como símbolo de resistencia.
El mandatario dominicano subrayó que la cooperación con Estados Unidos permitirá afrontar con más efectividad el fenómeno del narcotráfico, en un momento de intensificación de acciones internacionales contra redes como Cártel de los Soles.
Este panorama marca una escalada diplomática y militar en el Caribe, mientras crece la polarización sobre la legitimidad de medidas contra el narcotráfico y la soberanía regional. Si deseas, puedo escribir también una versión analítica ampliada que explore las implicaciones geopolíticas de esta visita y el despliegue estadounidense.
Desde hace años, el Caribe se ha convertido en un escenario estratégico en la lucha contra el narcotráfico, con Estados Unidos manteniendo presencia militar y operaciones de vigilancia para controlar el tráfico de drogas que proviene principalmente de Sudamérica.
La región ha registrado incrementos en la producción de cocaína, lo que ha motivado acciones conjuntas y visitas de altos funcionarios estadounidenses para reforzar la cooperación en seguridad y estabilidad.
En los últimos meses, la tensión se ha intensificado por decisiones como la designación del Cártel de los Soles en Venezuela como organización terrorista por parte de EE.UU., medida que fue rechazada por el gobierno chavista y criticada por su presunta falta de evidencia.
Paralelamente, la política de despliegues navales y aéreos estadounidenses en el Caribe ha generado preocupación en varios países de la región, incluyendo la República Dominicana, que recibe frecuentemente la atención de Washington para coordinar esfuerzos en la lucha contra el crimen transnacional.