Los ojos en El Vaticano

La inclusión de las mujeres en puestos claves del Vaticano y el respeto a las minorías deben mantenerse y ampliarse.

Con la mirada puesta en el proceso para sustituir al fallecido papa, ojalá que la iglesia no se ponga en " manos de Lutero" dígase que quien la dirija esté alejado de Juan Pablo II y Benedicto 16 (quienes omitieron los abusos sexuales y la corrupción) y que sea más cercano a Francisco que en varios aspecto devolvió el sentido humano a la cúspide del catolicismo romano.

La iglesia no se puede dar el lujo de dar un paso hacia delante y echar dos hacia atrás, la ola de reformas que inició Francisco haciéndola menos rancia, debe continuar; la inclusión de las mujeres en puestos claves del Vaticano y el respeto a las minorías deben mantenerse y ampliarse.

Siempre protestarán los tradicionalistas opuestos por su naturaleza a cualquier cambio, aunque el nuevo papa si es progresista como Bergoglio, a la hora de aplicar cambios debe tomar en cuenta y nunca menospreciar el conservadurismo oculto de quienes lo rodean.