"Hoy estoy feliz porque el presidente Trump ya empezó a reducir algunos de los aranceles que había aplicado a ciertos productos brasileños", afirmó el líder progresista durante su discurso en la inauguración del Salón Internacional del Automóvil de São Paulo.
São Paulo.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó este jueves su satisfacción luego de que su homólogo estadounidense, Donald Trump, eliminara el arancel adicional del 40 % aplicado a varios productos brasileños.
Lula afirmó sentirse “feliz” por la decisión, anunciada durante su intervención en la apertura del Salón Internacional del Automóvil de São Paulo.
El mandatario recordó que, pese a la tensión generada meses atrás, optó por no responder de forma impulsiva a las medidas comerciales impuestas por Estados Unidos.
“Cuando el presidente de EE.UU. decidió imponer súper tarifas al mundo entero, muchos se pusieron nerviosos”, sostuvo.
El Gobierno de Trump informó este jueves que revocó el arancel adicional del 40 % que regía desde agosto sobre productos como carne, café y frutas.
La medida inicial formó parte de un paquete de sanciones aplicadas en represalia por el juicio que llevó a la condena del expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.
Esta política derivó en una crisis diplomática y comercial inédita entre ambas naciones, alimentada también por gestiones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, quien promovió sanciones contra Brasil en reuniones con representantes de la Casa Blanca.
Las tensiones disminuyeron tras un primer acercamiento entre Lula y Trump en los pasillos de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, donde según fuentes oficiales surgió una “excelente química” entre ambos líderes.
Ese contacto fue seguido por una llamada telefónica y, posteriormente, por una reunión en Kuala Lumpur el 26 de octubre, donde acordaron iniciar formalmente negociaciones para avanzar en la agenda comercial bilateral.
Lula cerró su discurso destacando que el respeto internacional se construye con coherencia y prudencia.
“Nadie respeta a quien no se respeta a sí mismo. En política y economía no hay magia: hay que hacer lo posible en el momento adecuado, sin tomar a nadie por sorpresa”, afirmó.