La oposición debe unirse para reclamar nuevas elecciones en el nivel presidencial, congresual y municipal debido al fraudo montado por el gobierno con la complicidad de la Junta Central Electoral y determinados grupos economicos.
Para reclamar nueos comicios los aprtidos opositores tienen que organizar jornadas de luchas populares con movilizaciones, para municipales, provinciales, huelgas parciales y tototales, denuncias en los organismos internacionales, etc.
Lo que ha sucedido no puede repetirse núnca más en el país. El PLD no puede salirse con las sullas nuevamente. El PLD se ha burlado del pueblo atropellando la debil democracia y la libertad para consolidar su dictadura de partido.
Debemos reclama nuevas elecciones, con equidad y transparencia; sin trampas, arbitradas por otra JCE y otro TSE, porque ambos órganos no son confiables, han actuado de manera parcial favoreciendo siempre al gobierno.
Un régimen surgido de unos comicios viciados por multiples formas de corrupción y fraudes será ilegitimo e ilegal. Ningún país del mundo debe reconocerlo. Y para ello hay que probar el fraude tanto aquí como en el extgranjero, lo cual, con las evidencias existentes, no será dificil.
La desobediencia civil es un recurso legitimo del pueblo al que no puede renuncair cuando se le han inculcados sus derechos.
Si el puelo no se levanta, si no lucha, si no se opone al fraude electoral con la fuerza de un huracan de masas, dentro de cuatro años el PLD, utilizando los recursos del Estado como lo ha hecho siempre, volverá a organizar otro fraude para mantenerse en el poer.
Si el Partido Revolucinario Moderno no se coloca al frente de esa lucha, si no la organiza, si no asume su papel de vanguardia con Luís Abinader como su propulsor y líder, entocnes no tiene razón de existir. Lo mismo que los demás partidos aliados y opositores.
Ha llegado el momento de pasar de las palabras y los discursos a la acción.
El fraude fue monstruoso, inaudito, insólito e inverosimil, ante los ojos del mundo que vio la compara masiva y descarada de votos, las violaciones a la constitución y la ley, la componenda de la JCE y los atropellos de militares y policias. Las evidencias son demasiadas como para ignorarlas. ¡No! ¡El fraude es inaceptable!
Cometen un error los líderes de la oposición cuando reclaman conteo de los votos. Eso sería legitimar el fraude y al gobierno; significa aceptar que las elecciones fueron buenas cuando no lo fueron. Lo que procede, lo justo, es montar otras elecciones, democracias y transparente, con nuevos arbitros y en condiciones de equidad. Entonces si, el que ganó, ganó, y el que perdió, perdió, en todos los niveles.
No es contar de nuevo, es de nuevo ir a las elecciones.
No olvidemos que “lo ilegal lo corrompe todo”.
No al fraude, no al reconteo; si a nuevas elecciones con transparencia y equidad.