I.- El votante condicionado
1.- La generalidad de los países donde imperan sistemas sociales atrasados y dependientes, las clases dominantes ejercen el poder mediante mecanismos legales formales, o utilizando la fuerza despótica, la represión desenfrenada.
2.- La democracia representativa dominicana, es la forma de gobierno utilizada por la minoría nacional para ejercer su poder político, económico y social, el cual legitima mediante procesos electorales.
3.- Las ciudadanas y los ciudadanos, eligen a su presidente en votaciones cada cuatro años. El voto es la opinión que expresa el votante; es su decisión política por tal o cual candidato.
4.- En el escenario dominicano, la mayoría de los votantes, antes de llegar al colegio, ya están condicionados para que manifiesten su voluntad por un específico candidato.
5.- La mente de aquel que vota es ajustada para que dirija su intención hacia determinado aspirante presidencial, o pretendiente a otro cargo electivo. En nuestro país, a la gente del pueblo llano le ganan la voluntad política recurriendo a dádivas, besos, abrazos y otros mimos. El objetivo es embaucarla, o de cualquier forma engatusarla.
6.- Una vez se amema al ciudadano, enredada la cabuya en su cabeza, el elector tiene dirigido su deseo para votar por quien está sujetado.
II.- El problema no es Abinader, ni la reelección o repostulación
7.- En las votaciones del 2024, para escoger el presidente de la república, de lo que más se habla es de la decisión de Luis Abinader, a volver a ocupar la presidencia.
8.- Confirmar, reelegir o renovar a Abinader, lo han puesto como el gran asunto a tomar en consideración para las votaciones presidenciales de 2024.
9.- Pero ocurre que para el pueblo dominicano, ese conjunto de dominicanas y dominicanos que no tienen lo indispensable para vivir con dignidad, la cuestión que se ha de aclarar no debe ser la reelección o repostulación.
10.- Lo que sí debe llamar la atención de los hombres y mujeres de nuestro pueblo, no es la reelección de Abinader, sino que con su repetición, vuelve el mismo sistema social, se hace recurrente el modelo económico.
11.- Al electorado dominicano hay que hacerle saber que para cualquier país, la reelección no es mala, sino que depende el régimen económico y social que sirve de soporte al gobierno que preside el dirigente o líder que aspira a continuar en el poder.
12.- Reproducir una administración que gobierna para la minoría nacional, es reeditar un gobierno no beneficioso para la mayoría, que en sociedades policlasistas son los pobres.
13.- Que prosiga y continúe lo que ya ha estado sostenido sobre un modelo económico que descansa en la desigualdad, no es facilitar lo bueno para los que son víctimas de los privilegios, es decir, los marginados sociales.
14.- Lo que le conviene al país es que todos aquellos que inciden en el quehacer político, procedan a controvertir todo lo relacionado con la materia de la reelección presidencial, y así aclarar su conveniencia o no.
15.- No es cuestión de elevar la reelección a la divinidad, para que sea adorada por el pueblo humilde, como tampoco hacerla ver como diabólica para con ella causar espanto.
Ideas finales
16.- Al pueblo dominicano, sus enemigos tradicionales procuran mantenerlo como el rabo, atrás y pa` bajo, para que, calladito, no diga ni ji, ni ja, sobre la realidad de la reelección.
17.- A las ciudadanas y a los ciudadanos, siempre hay que decirles, ojo pelao con eso, de la reelección, porque hay que oponerse a la sustentada en un orden social que favorece a la minoría, y apoyar siempre la reelección de una administración sostenida en un ordenamiento económico y social que persigue el desarrollo material y espiritual del ser humano.
18.- Reducir el tema de la reelección o repostulación a la persona de quien persigue continuar al frente del Estado, no es más que politiquería de baja estofa. Es querer sacar del debate político basado en principios, normas de conducta e ideología, para meterlo en artimañas, propias de quienes degradan la actividad política decente.
19.- La reelección no debe ser satanizada ni bendecida. Si es para la continuación de un gobierno que se apoya en un régimen social que favorece al pueblo, bienvenida sea, y maldecida, si es para que siga un sistema que hace posible hambre, pobreza, insalubridad, desempleo, corrupción, criminalidad y otras lacras que trae la desigualdad.
20.- Gane o pierda Abinader, en el 2024, se reelige el régimen socioeconómico predominante hoy en el país, porque todos los partidos con posibilidades de triunfar defienden el statu quo.